Regreso del Rey Caído (The Gamer)

Capitulo 40: Pequeña ayudante

Regreso del Rey Caído The Gamer
              
            
            
"Un esclavista hee...." Decía Daiki viendo las jaulas de su alrededor que dentro tenía monstruos de diferentes razas "¿esas cosas son esclavos?" Le pregunto directamente sin tener tacto, el podía decir a simple vista que esos monstruos tenían poco o ningúna racionalidad

"Puede que no lo parezca, pero los esclavos son incapaces de mentir o traicionar a sus amos; después de todo tienen una maldición que el precio a pagar es la vida misma" le decía con su maldita sonrisa

"¿A mi de que me serviría un monstruo?. Créeme, tenía bestias varias veces más letales y aún así no me sirven" le dijo con algo de burla

"Bueno, no todo se trata sobre monstruos, también tengo demi-humanos" le decía el esclavista, al ver la ceja levantada del héroe del arco decidió explicarle "son seres vivos con inteligencia humana. Sígame por favor" Daiki sin tener de otra lo siguió

"Los demi-humanos son como los humanos pero con ciertas particularidades" le decía el esclavista mientras caminaban "algunos demi-humanos son utilizados como escoltas o solo sirvientes, aquellos más enfermos los tienen como objetos para dejar salir su frustración" le decía deteniéndose sin quitar su sonrisa

Daiki miro a su alrededor notando que los demi-humanos eran animales humanoides, sabía que los furros de su mundo anterior estarían encantados con estos, mientras veía a su alrededor escuchó una tos que venía a lo lejos pero decidió ignorarlo. Daiki interrumpió al esclavista ya que no quería ninguno de estos; el esclavista al ver el poco interés en los demi-humanos decidió llevarlo a su carta final... Los semi-humanos

Al estar en la zona que quería llevarlo el esclavista pudo escuchar de nuevo aquella tos, se acercó a una jaula levantando la tela que lo cubria viendo a una niña con rasgos de mapache, al verla Daiki recordó la imágen de una mapache con un sonrojó y diciendo Naofumi-sama, por poco se ríe pero logro no mostrar nada en su cara

"¿Que hay de esta?" Le pregunto

"Bueno, no se la recomiendo ya que está enferma fisica y mentalmente, su antiguo dueño era un aficionado a la tortura" le explicó el esclavista "puedo mostrarle algunos otros semi-humanos ya que no creo que dure mucho si le soy sincero"

"Me llevaré a esta niña y la que está allá" Daiki le dijo sin voltear a ver al esclavista mientras apuntaba con su dedo a otra jaula con otra niña de pelo naranja rojizo, esa chica tenía rasgos de zorro

"Ok, como usted prefiera" el esclavista solo asintió sin intentar otra cosa, sin tardar saco a las dos niñas de las jaulas y las acercó para luego tomar un cuenco, dentro vertia ciertos líquidos, segundos después dirigió su mirada a Daiki "ahora necesito que deje caer un poco de su sangre para completar el sello de maestro-esclavo"

Daiki solo levantó un dedo y con la uña de otro de sus dedos se cortó dejando caer algunas gotas de sangre que si uno miraba con detalle parecían destellar, la herida se curo segundos después. El esclavista mezcló un poco más y luego con un pincel dibujo un sello en el pecho de las dos niñas las cuales comenzaron a quejarse de dolor, Daiki solo frunció un poco las cejas, el esclavista al ver esto le explicó con calma

"No hay nada de que preocuparse, esto es necesario, el sello que dibuje hace que no lo desobedezcan"

Daiki no dijo nada mientras seguía viendo a las dos niñas que poco a poco dejaban de mostrar dolor en sus rostros

"Bueno... Seri-" el esclavista no pudo de terminar de hablar por Daiki que le arrojó una pequeña bolsa con cinco monedas de oro. Esto asombró al esclavista, pues las dos niñas no valían ni dos monedas de oro, dirigió su mirada a Daiki y este le hizo un gesto de callarse, el esclavista rápidamente entendió provocando que su sonrisa se ensanchara; prácticamente Daiki estaba haciendo inversiones para futuro