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Pov Toni Topaz

- Hazte amiga de ella, gánate su confianza y luego acércate mas. -

Lo que me dijo mi padre todavía estaban en mi cabeza.

Ahora mismo estaba parada frente de la puerta de la pelirroja, armandome de coraje para presionar su timbre. Respiré hondo unas cuantas veces, sosteniendo la canasta de galletas de cereza con fuerza en mis manos. El hecho de que Cheryl fuera popular me ayudó mucho con sus gustos que todos en esa escuela conocen.

Llevé mi mano al timbre de la puerta, contando tres segundos mientras lo presionaba, creo que eso fue suficiente para llamar la atención de alguien adentro. Mordí mi labio inferior, sin entender por qué estaba tan nerviosa. Ah claro, probablemente lo recordé, porque cuando salga me pueda dar una bofetada en la cara.

Se abrió la puerta y apareció la mujer que fue a la escuela.

- Hola... -

Sus palabras murieron cuando no recordaba mi nombre.

- Antoniette, pero puede llamarme Toni. -

Extendí mi mano hacia ella, ella la apretó.

- Vine a disculparme con Cheryl, lo que hice ayer fue horrible. -

- Ah sí. - Abrió una sonrisa. - Soy Rosemary, entra. -

Respondió, dándome espacio para entrar a la enorme casa. La última vez que estuve aquí pasé por la parte de atrás donde estaba la piscina, pero el frente y la casa por dentro son realmente increíbles.

- Cheryl está arriba… - comenzó mientras cerraba la puerta, haciendo una pausa pareciendo encontrar las palabras adecuadas. - Practicando. No le gusta tanto que la molesten, ¿Te importaría esperar? - negué.

Me sorprendió cómo esta mujer podía ser tan amable.  Me dirigió a la habitación donde había una señora sentada bebiendo algo de su taza, probablemente té. Me propuse saludarla y sentándome en el sofá a su lado, Rosemary había caminado hacia otra habitación. Nana Rose, como se presentó, también fue muy amable.

- ¿Qué hay en la canasta? -

preguntó con curiosidad, mirando mi regazo.

- Galletas de cereza. - sonrisa. - Mi madre las hizo, pero si Cheryl pregunta diré que fui yo. -

Bromeé y la dama se rió. Tomé una poniéndola en su mano, ella sonrió agradecida mientras Rosemary regresaba con una taza en la mano, ofreciéndome lo mismo. Acepté por cortesía, necesito parecer una buena chica, ¿verdad?

- Lo siento si te estoy molestando.-

Dije, tomando un sorbo del té, estaba delicioso. Rosemary se sentó en un sofá frente a mí, solo una pequeña mesa en el centro nos separaba mientras Nana estaba en un sillón a mi lado.

- No molestas, querida. -

Sonrió consolándome.

- ¿Eres la madre de Cheryl? -

No pude soportar la curiosidad.

- No, me ocupo de Nana, de la casa y de ella. - se encogió de hombros. - Creo que soy casi una madre, ¿no?-

Nos reímos y asentí.

- ¿Quiere una galleta? -

Ofrecí escuché la risa de la dama a mi lado, le indiqué que fuera un secreto y ella asintió. Rosemary tomó uno de mis muffins y dejé la canasta en la mesa de café para tomar más té, nunca me había gustado tanto.

Be My Forever ✩Choni✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora