Capítulo 11

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POV. Camille

Bajé de la moto con cuidado de no rayarla y luego pateé una papelera que había por ahí cerca. Odiaba enfadarme con Oliver pero es que no me podía decir esas cosas y luego pretender que no pasase nada! Dios, Oliver me confundía porque era la única persona con la que no quería estar enfadada. Gruñí de pura desesperación y corrí al almacén donde estaba guardada a moto de carreras de Oli. La saqué, la preparé y me puse a hacer el circuito a toda velocidad, practicamente sin frenar en las vueltas y derrapando mucho. Salía humo del motor al cabo de una hora pero tampoco me importó. Tan solo paré cuando una pequeña llama se encendió en el guardabarros a causa del calor acumulado en la chapa. Dejé la moto en un lugar seguro y luego me puse a correr todo lo que podía alrededor del circuito. Empleé toda mi desesperación y toda mi furia en correr lo más rápido posible y durante la mayor cantidad de tiempo posible. Acabé cayéndome por un terraplén al tropezar con una de las rampas en la decimocuarta vuelta. Me quedé allí, tumbada bocaabajo a la espera de recuperar el aliento perdido. Creo que me quedé dormida porque el tiempo pareció no pasar a mi alrededor hasta que una sombra alargada me tapó el sol que incidía en mi cara. Levanté la vista lo justo para ver a Mr Perfect y luego volví a cerrar los ojos.

- Hey Cam, te apetece un poco de acción?- me preguntó en tono seductor. Me encogí de hombros y casi pude oír como sus ojos se abrieron a más no poder con incredulidad. Me levanté de un salto y lo arrastré hasta el almacenillo.

Dos horas más tarde...

Terminé de recoger mi ropa y me la puse. Salí corriendo del almacén y cogí la moto de Oliver para volver a guardarla. Mr Perfect salió medio adormilado y me dirigió un pequeño vistazo antes de sonreir como idiota. Rodé los ojos, divertida, y me encogí de hombros. Me despedí con un gesto de la mano y corrí hacia mi bb. Me subí y partí rumbo a casa después de hacer rugir un poco el motor. Una hora después me encontraba trepando por las tuberías de vuelta otra vez a mi nueva habitación. Suspiré de cansancio antes de ponerme un pijama del armario. Al día siguiente tenía que darle las gracias a los chicos por colocarme las cosas. Suspiré de nuevo y me metí bajo las sábanas junto a mi mejor amigo. Me abracé a su torso desnudo y calentito y susurré unas últimas palabras, consciente de que él estaba despierto a la espera de mis palabras.

- Buenas noches Oli-Poli-Roli.- le dije en medio de un bostezo. Noté como sonreía.

- Buenas noches Bella Durmiente.

Problemas, ¿por qué no?Where stories live. Discover now