No había podido volver a dormir, así que con los nervios a flor de piel me levanté de mi cama antes de que amaneciera completamente. No podía dejar de pensar en el último mensaje que me dejó Soo Won, y mucho menos en el significado detrás de esas palabras.
Suspiré intentando borrarlo de mi cabeza, no tenía sentido darle más vueltas, no quería llegar a ningún lado después de todo. Entre el baño dejando que el agua caliente bajara por mi cuerpo, e inconscientemente mis manos comenzaron a acariciar las marcas de mis pechos.
—Yona...
Imaginé la voz ronca de Hak susurrándome al oído, deslizar mi nombre de forma tan seductora y apasionada. Estaba sensible, me dolían los pezones de forma incómoda, además de que sentía molestia en mi cuerpo, tanto en la espalda baja como en mi vientre.
Solo tuve que mirar hacia abajo para notar como un pequeño charco carmesí bajaba por la cañería.
—Demonios...
Había olvidado completamente mi menstruación con todos los problemas que tenía encima, llevaba dos días de retraso, así que estaba comenzando a preocuparme. Había olvidado tomar la pastilla del día después, y las posibilidades de quedar embarazada eran grandes, pero todo miedo quedó atrás en pocos segundos.
Supongo que era lo mejor, estaba completamente segura de que un bebé justo ahora no era una buena idea para el futuro de ninguno de los dos, no podía creer que fuera tan descuidada.
Termine de lavar mi cuerpo saliendo de la ducha, enrollé mi cuerpo en una toalla mirando mi reflejo en el espejo grande del centro. Tenía ojeras, mi cabello estaba húmedo pero al menos no parecía un león enjaulado como antes, de hecho... Me gustó.
Apliqué una loción de vainilla sobre mi cuerpo, para luego tomar la secadora y acomodar mi cabello. Era lunes, debía ir al instituto, pero mis ganas de ir y ver clases eran tan grandes como el amor que sentía por mi tío Yuhon, así que lo descarté de inmediato. Además, había tomado la decisión de resolver los problemas de la casa la noche anterior.
Terminé de arreglarme aplicando corrector de ojeras y un poco de brillo en los labios, no quería lucir destruída ni mucho menos deprimida, así que me coloqué mis aretes, un suéter ancho y unos pantalones cómodos para la tarde. Tomé mi nuevo teléfono sin mirar si tenía algún otro mensaje.
Todavía era temprano, faltaban díez minutos para las seis de la mañana, así que el sol aún no hacía acto de presencia. Baje las escaleras tranquila buscando a la persona encargada de manejar a todos los empleados y horarios de mi padre. Sabía que lo encontraría en la cocina, siempre despertaba temprano para dejar todos los papeles listos y no tener que irrumpir en la oficina de mi padre.
—Min-Soo— llamé.
El chico se sobresaltó con una taza de café entre sus manos, se giró para observarme con los ojos abiertos por la interrupción, sorprendido.
—Señorita Yona— dijo mi nombre— Buenos días, ¿Necesita qué la ayude en algo?
Asentí.
—Lamento interrumpir tu desayuno, pero es de carácter urgente— admití— anoche apagué las fuentes y despedí a muchos empleados, la verdad es que veo muchas cosas innecesarias y gastos que no se requieren, así que te pido que te ocupes de eso mientras yo no estoy.
—¿Piensa hacer un viaje?— preguntó, dejando la taza sobre la mesa.
—No, pienso retomar el trabajo acumulado de mi padre.
Min-Soo abrió los ojos a más no poder, el trabajo de ministro no era algo tan sencillo, él sabía que mi padre me había dado educación en casa desde que tenía la capacidad de tomar un simple bolígrafo y escribir mi nombre, pero aún así para una chica de apenas 16 años era...
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Control perdido » Akatsuki No Yona
FanfictionHabía escuchado que ese chico hacía cualquier cosa por dinero, y su aspecto era todo lo que necesitaba: era alto, fuerte, guapo y muy popular, y ella tenía el dinero que él requería; no había nada que pudiera salir mal, no obstante no contaba con qu...