CAPITULO 12

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Al día siguiente Yuuri despertó y bajó a desayunar con sus padres como era de costumbre. Cuando se asomó por la puerta de la cocina pudo ver a su madre alegre terminando de preparar el desayuno y a su padre sentado leyendo las noticias. 

Se acercó a la mesa y tomó asiento.

—Buenos días papá —Toshiya giró su mirada y con una pequeña sonrisa le devolvió el saludo.

—Buenos días, hijo —Yuuri tomó un sorbo del exprimido y miró a su madre que traía el café para su padre—. Hijo, tu madre me comentó que tendremos visitas —habló en un tono tranquilo y serio.

Después de hablar con su madre sobre Víctor, no sabía cómo iba a contarle a su padre sobre su noviazgo, ya que lo iba a bombardear con preguntas que no podría contestar. Así que su madre le dijo que no se preocupara, que ella se lo contaría y que dejara todo en sus manos. 

Toshiya era un padre cariñoso y comprensivo pero también muy sobreprotector, y desconfiaba mucho de las personas que rodeaban a sus hijos. No era alguien tan sencillo de convencer o engañar con apariencias.

Pero con Yuuri lo era más que con Mari ya que la hermana del pelinegro tenía la misma personalidad de Toshiya y no se dejaba engatusar por cualquier persona y eso lo dejaba muy tranquilo, ya que su hija estudiaba en el extranjero y a la distancia no podría espantar a los patanes.

Pero Yuuri era un chico muy bueno y frágil. sentía que él necesitaba más de sus cuidados y que tendría que estar alerta de que nadie se aprovechara de su buen corazón. 

Padre e hijo tenían un vínculo muy fuerte y de mucha confianza. Toshiya estaba muy orgulloso de que con el tiempo Yuuri logró vencer sus inseguridades y miedos que tenía gracias a los maltratos físicos y psicológicos que sufrió por parte de sus compañeros de escuela. Fue una etapa muy dolorosa para Yuuri y su familia.

Toshiya cuando se enteró por Pichit lo que estaba atravesando su hijo, sintió una tristeza y mucho dolor pero lo que más le carcomía era la culpa por no estar ahí y protegerlo de todo el daño que le habían causado. Horoko también estaba muy triste pero no lo demostraba tanto y prefería disimular lo que sentía en ese momento, así que decidió acompañar a Yuuri con su personalidad alegre y positiva en todo ese proceso para que volviera a ser ese niño alegre que una vez fue. Gracias a la contención y el amor de sus padres Yuuri pudo seguir adelante.

Con el tiempo también se había convertido en un adolescente muy seguro y valiente. decía las cosas que pensaba o sentía de una manera simple y sin darle muchas vueltas al asunto. Tuvieron una pequeña muestra cuando Yuuri una noche les confesó de una manera despreocupada pero con una seguridad y determinación que jamás pensó ver en él que era gay. Sus padres casi escupen el café que estaban tomando en ese momento mientras que Yuuri se carcajeaba de la risa con la reacción. Los tomó desprevenidos pero luego de recomponerse de la noticia, ambos se acercaron a Yuuri y le dieron el más cálido abrazo que pudo sentir en su corta vida, lleno de amor y comprensión.

En ese momento Yuuri se dio cuenta que tenía a los mejores padres del mundo y que no podía ser más afortunado.

Por ese motivo odiaba la idea de engañar a sus padres y no aprovechar esa confianza para contar cómo fueron sucediendo las cosas. No quería contarles que su patético hijo montó todo este circo para ser eso que tanto anhelaba: un chico popular. También decirles que Victor no era su perfecto novio sino un chico mujeriego y malhumorado, que aceptó ser su novio de mentira pero a cambio, ser su maldito esclavo.

Definitivamente no podía hacerlo.

 Ante la desesperación pensó que la idea de mentir sería algo que lo ayudaría a ser alguien genial para sus compañeros de escuela y que ya nadie podría verlo como un perdedor. Pero sentía que la situación se le estaba yendo de las manos cuando estaba involucrando a sus padres.

Mi novio de mentira (VICTUURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora