AMÁNDOTE EN CALIFORNIA | CHRIS EVANS [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 7// REGALO

A la mañana siguiente, logro convencer a Christopher de quedarnos el fin de semana en New York. Acabo de  llamar a mi jefe para informarle sobre mi "enfermedad" y me acepto ya que al ingeniero que estaba reemplazando llegaría en unas horas, así que tengo días libres.

Lo primero que hacemos es ir a comprar otro test para saber si de verdad estoy embarazada. Con Christopher esperamos nerviosos los resultados, pasan los 10 minutos y soy yo quién chequea la prueba. Mis ojos se empañan de nuevo y solo lo miro.

-Seremos padres.- hablo entre lágrimas.-

El ojiazul se levanta de la cama y me abraza logrando cargarme, comienza a dar vueltas en su eje conmigo en brazos y puedo notar que está llorando ya que su rostro queda en el hueco de mi hombro y este ya se encuentra húmedo.

-Gracias...- susurra.- muchas gracias por esto, preciosa.-

Yo solo atino a abrazarlo mucho más fuerte, cuando este se detiene, me suelta de su agarre y me deja delante de él. Mis manos van a parar a su rostro acunándolo y acariciando su perfecta barba.

-Muchas gracias, preciosa.- vuelve a decir.-

-Gracias ti, mi amor.-

Sin más uno nuestros labios en un tierno beso que nos demuestra a ambos lo agradecidos que estamos con el otro.

Nos alistamos para ir a tomar desayuno en una de las tantas y típicas cafeterías que se encuentran a los alrededores del Central Park. Yo opto por unos pantalones jean negros y una cafarena del mismo color, mis botines negros de taco un poco alto y por encima un saco largo color beige. Mi maquillaje es natural, solo rímel, un poco de rubor y gloss en mis labios, el cabello lo trenzo en dos francesas ya que me gusta mucho este y encima me coloco un gorro de lana color blanco con un gran pompón en la punta. Christopher va casi parecido a mi, solo que lleva una chompa de lana color crema y un saco naranja, unos lentes de sol negros y el cabello se lo peina un poco hacia el costado. Se me hace parecer mucho a Ramson Drysdale así, pero solo que este tiene barba.

La vista es genial, la nieve cae a las afueras del local, el gran e inmenso parque y tener a mi novio delante mío, ¿Qué más puedo pedir?. Yo pido un croissant y un chocolate caliente y Christopher pide café con un emparedado, al momento de llegar nuestros pedidos mi estómago rugue por el hambre que tengo, así que le doy una mordida a mi croissant y salgo corriendo al baño ya que las nauseas matutinas se hacen presentes y junto a este los vómitos, boto absolutamente todo lo que tengo en el estómago en la taza del inodoro y me reincorporo, me lavo el rostro para poder refrescarme ya que hacer fuerza al momento de vomitar me puso roja como un tomate, seco este frente al espejo con una toalla de papel,  enjuago mi boca y al salir de esta la cara de preocupación de Christopher es de película. 

-¿Estás bien?.- pregunta llevando su mano a mi rostro.-

-Si.- le resto importancia.- solo son pequeñas náuseas. Nada que no puedo soportar.-

-Bien.- toma de mi mano y nos dirigimos a nuestra mesa.-

Terminamos de desayunar bajo la acusadora mirada de los demás comensales que se ganaron con el espectáculo de mi huida al baño.

Mientras paseamos tomados de la mano por las calles de New York, yo me encuentro muy sumida en mis pensamientos. La idea de que si seré o no una buena madre ronda por mi cabeza y esta es algo intimidante.

-¿Aun iremos a la premier de la película de Marvel?- pregunta Christopher sacándome de mis pensamientos.-

-Creo que si, claro que si el doctor lo permite.- respondo.-

-Hablando de médico, mi mánager hará un documento de confidencialidad para poder tener más privacidad con nuestro hijo...- espera a que yo responda y como no es así continua hablando. - debemos manejarlo en privado, amor...- posa su dedos en mi barbilla y levanta de esta para poder verlo a los ojos...- no quiero que los malos comentarios afecten nuestro matrimonio y futuro bebé.-