Segunda Parte

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"Lo siento mucho, ya no podía más con la culpa de lo que he hecho. La verdad es que yo maté a Mangel, además de matar a Merlon porque empezaba a sospechar de mi. Todo esto fue demasiado para mí, lo siento Honei, espero que algún día puedas perdonarme amor mío".

-Firmado, Luzu - terminó de leer Fargan, quedándose todos en silencio antes de que un grito de Vegetta lo rompiera.

-¡Merlon! - gritó el líder de los héroes, antes de salir corriendo de la casa en busca de su padre adoptivo, o al menos, su cuerpo.

El resto de los héroes simplemente se quedaron ahí, lamentándose, sin querer creer el contenido de la carta. Rubius cayó al suelo mareado, acercándose a él David y abrazándolo, mirándolo con preocupación al observar que estaba algo pálido.

Auron agarró el cuerpo de su amado, negando con la cabeza; no podía haber sido Luzu...

Alguien lo debía de haber inculpado.

Era imposible que él lo hubiera hecho, no sería capaz, ¿verdad?

Willy simplemente se sentó en el sofá de la casa, viendo a la nada y empezando a llorar, ¿cómo Luzu podría haberles estado engañando tanto tiempo? ¿Por qué habría hecho todo esto?

-Chicos, voy a la comisaría a dejar la nota en un lugar seguro y a cerrar el caso- avisó el híbrido de búho separándose del oso- Supongo que ya podemos dejar de andar en grupos.

Alex suspiró mientras que veía a su compañero salir del lugar, recomponiéndose y diciéndose a sí mismo que no valía la pena gastar sus lágrimas por un asesino manipulador.

El de alas marrones comenzó su camino hacia su lugar de trabajo, notando como un par de lágrimas empezaban a resbalar por sus mejillas, ignorando aquel hecho al ver como a lo lejos una figura se encontraba tendida en el suelo.

-¿Veg? ¡Vegetta!

Fargan se agachó junto al de ojos amatistas, notando como este se encontraba muy pálido, sus ojos en blanco a la par que temblaba. Como pudo David cargó al líder de los héroes, dirigiéndose rápidamente al hospital del pueblo de Karmaland.

-¡Ayuda! - exclamó el de ojos amarillentos en cuanto entró al centro de salud.

En aquel momento los médicos que allí se encontraban trajeron una camilla, pidiéndole casi a gritos que dejara al menor en esta.

-Fa-Far... Lo... - llamó débilmente el de ojos amatistas, antes de caer en la inconsciencia...

(...)

(Flashback)

Era un día soleado en Karmaland y dos chicos se encontraban sentados en un lindo valle, enseñándole el mayor de ellos inglés al contrario.

-¡Lusu esto es imposible! Jamás podré aprender, es demasiado difícil.

-Solo tienes que esforzarte un poquito más Rabis, ya verás que en poco tiempo podrás hablar conmigo en inglés con facilidad.

-¡Pero Borja! ¿Para qué tengo que aprender a escribir si solo quiero hablar?

-Porque si. Solo confía en mi. Venga, escribe esto: "Me encanta la miel". Y no me lo escribas en español, tuvo gracia las primeras 20 veces pero ya no.

-Ok, ok...

El oso se concentró, tratando de recordar las clases anteriores y escribiendo en su cuaderno lo que pensaba que era la respuesta correcta.

"I love honei"- escribió Rubius orgulloso de sí mismo, enseñándoselo a su profesor y recibiendo una negación.

-Honey es con y, no con i. Pero no está mal, pronto aprenderás.

Asesino || Karmaland Three-ShotWhere stories live. Discover now