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Habían pasado tres días, ahora él estaba en Londres, a su lado se encontraba Adell. Ambos habían encontrado a Akihiko, quien lo había acompañado y que lo protegía más ahora que antes, quizá por sus sentimientos o por el embarazo. 

Iván, ya encontré a Akihiko. ¿Estas seguro de esto? Puedes tener problemas con Ryuichi. —Adell hablo preocupado, nunca dejará que Akihiko o Asami le hicieran algo a Iván, pero conociendo a Ryuichi, sabe que el puede herir a Iván con algo más que un golpe. Ese hombre es fiero con las palabras y muchas veces y cruel.-

No te preocupes, vamos. —Ivan camino mientras veía como Akihiko recibía la brisa en el rostro. Ese mismo rostro que alguna vez lo volvió loco y le hubiera gustado formar una familia con él.- 

Akihiko estaba perdido en los recuerdos, sentía que pronto deberia regresar a Japón. Quería despedirse de Iván, quizá volver a verlo, feliz con alguien más le dolería, pero al menos podría despedirse de él. 

Está brisa es excelente para un Pavlova. ¿Vamos? Yo invito. —Iván se acercó a Akihiko, el mayor lo volteo a ver sorprendido.-

¿Iván? —Akihiko reaccionó de una forma chistosa. Tenía mucho tiempo de no ver a Iván y al verlo nuevamente se sintió feliz pero extraño a la vez.-

—Iván solo sonrió discretamente, había olvidado la expresión infantil de Akihiko.- Si, soy yo. Hay algo que quiero hablar contigo. Vamos… 

Iván tomo la mano de Akihiko, dejando sorprendido a Akihiko y a Adell. Ambos siguieron a Iván, aunque Adell prefirio darle su espacio a los dos, por lo que tomó una postura similar a la de un guardaespaldas. 

Caminaron por una hora tomados de la mano, Iván se sentía tranquilo. Akihiko se sentía extasiado y arrepentido a la vez. 

Siempre soñé con caminar contigo de la mano, sin que te diera vergüenza o pena por nuestra relación. —Akihiko habló con añoranza, recordando el pasado.-

A mi me hubiera gustado complacerte, pero en ese momento dominaba la parte más noble y tímida. —Iván no soltó la mano de Akihiko, ambos se sentían cómodos.- Quiero pedirte una disculpa, se que te hice daño, consciente o inconsciente, pero te hice daño. No me arrepiento de haberte conocido, te amé mucho más de lo que hubiera podido aceptar. —En ese momento Iván comenzó a llorar, inevitablemente se acerco a Akihiko, quien también estaba llorando.-

Soy yo quien más daño hice, decía amarte y te lastimé. Te ruego me perdones. —Akihiko lloraba, había perdido todo, ese joven que le dio todo y que le regresó el deseo de vivir. Le dio luz en la oscuridad y cuando lo perdió quiso ser egoísta, pero era tarde.-

Ambos lloraban, el sol comenzaba a ocultarse. La puesta de sol, fue testigo del perdón y del amor de Akihiko. Ambos lloraban, ambos se hicieron daño y ambos se están perdonando.

Al fin liberaron el dolor. —Ryuichi apareció detrás de Adell.-

Me espantaste Ryuichi. —Adell se sorprendió de ver a Ryuichi, según el lo habían dejado en Japón.-

Hace mucho tiempo que quería que Iván liberará el dolor, pero sabía que yo no podía ni debía interferir. Es mejor así. Ahora tanto el como Akihiko están liberando el dolor. Dejemos que se entiendan solos, el es mi esposo, pero no debo intervenir. Vamos Adell. 

Adell y Ryuichi se fueron del lugar, dejando que Iván y Akihiko se liberen del dolor. 

Esperanza y Determinación. El Verdadero Amor Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt