Se escuchara contraproducente,
pero me gusta la noche solo cuando resplandece.Me gusta conocer de su oscuridad, entender cómo se esfuerza por brillar y, a su vez,
hacerme sentir acompañada, ya que escucha con atención testimonios sobre los golpes que recibe mi alma.Esta de más decir que me aborrece la idea de un día no sentirme tan plena entre destellos.
Observar el cielo infinito y solo mirar un lienzo oscuro al que le han salpicado blanco.Detesto solo poder confesarme en las estelas,
tanto como adoro que mis sentimientos le pertenezcan a ese inagotable azul.– Confesionario estelar