Lee TaeYong siempre quiso un cuento de hadas.
Tener el novio y esposo perfecto, una gran boda a la orilla del mar, y una gran casa en una urbanización hermosa.
Pero todo eso se fue al caño cuando encontró a su querido novio besandose con otro. Se se...
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- Jae...no pued-puedo más -
- ¿Seguro de ello, TaeYong? -
TaeYong asintió, apretando las sábanas con sus manos y conteniendo los jadeos que salían involuntarios de sus labios. JaeHyun golpeaba sobre él, marcando su cuello y gruñendo sobre su piel.
- Jae~ - murmuró, dandole una mirada de cachorro.
- Bien - respondió este, soltándole las manos y dejando que Tae se aferrara a su cuello y parte de su espalda, raguñándolo.
- Ah~ - dijo en un quejido - Jae~, y-ya no aguanto...
- Correte precioso - concluyó este, dejando una mordida en su hombro - correte para mí, bebé.
Con un gemido dulce ante los oídos de JaeHyun, TaeYong se corrió al instante: tocando el cielo y estrellandose contra el suelo de golpe, en un abrir y cerrar de ojos.
Jae empujó unas cuantas veces más y también lo hizo, saliendo de forma suave antes de recostarse a lado del menor.
Ambos intentaban recuperar el aliento.
- Me mordiste mis hombros - objetó TaeYong - el sábado voy a la playa, hyung.
- ¿Y? -
- Quería entrar a nadar solo en pantaloneta - añadió, frunciendo el ceño - ahora tendré que ponerme algo encima, tonto.
- Te encanta ser mordido, precioso - aclaró JaeHyun - no lo niegues. Date vuelta.
- Hyung, realmente estoy cansado -
- Precioso, no te estoy preguntando. Ahora voltéate -
TaeYong, a regañadientes, hizo lo que el mayor le pedía y se recostó sobre su estómago, preguntándose a qué quería jugar este.
Entonces sintió besos en su espalda y se le erizó la piel. Suspiró sin poder evitarlo y se relajó, hasta que sintió los dientes del mayor sobre su piel, y su miembro se puso erécto de nuevo.
- H-Hyung... -
- ¿Tienes que ir el sábado necesariamente? -
TaeYong se tensó notablemente, y JaeHyun se detuvo, notando como el menor se ponía de forma pensante. Eso no era bueno.
- Es un viaje de amigos - murmuró en respuesta, algo nervioso - voy a ir con Ten.
- Ah, entiendo -
Quiso continuar con los besos, pero algo en su pecho se revolvió y, a pesar de que la espalda de Lee se veía apetitosa, no sabía que le pasaba.
- Si quieres, puedes venir conmigo -
Eso lo animó, y continuó con los besos, para luego proseguir con las mordidas en la piel sencible. TaeYong soltó unos jadeos interesantes, Jung sabía que quería.