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     —Ve a bañarte, ahora mismo. —fue la primera orden, sin oportunidad de quejas, que dio el mánager y específicamente a Beomgyu. Estaba molesto, pero los chicos se encontraban tranquilos y hasta ligeramente sonrientes, después de todo había cedido a sus súplicas de llevar a las mascotas a la empresa.

Claro, hyung. —Beom se bajó de la camioneta con una mochila llena de su ropa, un cambio que planeaba usar luego de entrenar ese día. El chico se adelantó para ir a las duchas de la empresa, el resto de miembros iban a bajar con los animales cuando se le dijo.

Alto ahí.

Se quedaron quietos, mirando al hombre que suspiró y luego de frotarse el rostro se giró hacia los asientos traseros, donde los cuatro miembros restantes estaban con distintos perros en sus piernas, incluso un gato bien sentado y entre las manos de Soobin estaba el petauro en su jaula esférica.

» Chicos tienen actividades hoy, por eso mi urgencia en venir y accedí a que los trajeran, pero ni crean que van a estar al pendiente de ellos hoy.

Hyung, no te preocupes —salió a decir Soobin—, cumpliremos con las actividades y estaremos al pendiente de ellos, se portaran bien —fue a darle caricias entre las orejas de Mickey sin pensarlo demasiado, para luego acordarse de que acariciaba a Hoseok hyung. Casi quita la mano pero el perro se inclinó, cómodo—. Todo saldrá bien.

¿Por qué tenían que traerlos? —fue más una queja que una pregunta de verdad, suspiró frustrado y luego les dijo— Más les vale que sea verdad y que los cuiden muy bien, no quiero escuchar nada de que hay animales sueltos por los salones de práctica. Ahora bájense, tienen que ir a que los arreglen.

Y ahí vamos de nuevo. —se lamentó Seokjin, buscando de dónde sostenerse en esa esfera para no estar sacudiéndose tanto en el interior.

Fueron bajándose uno por uno, dejando a los perros en el suelo y al gato que también estaba siendo sostenido por una correa —No me gusta cómo se siente. —se quejó Jimin, estirándose incómodo.

A nadie, pero estamos aquí, andando. —Namjoon animó a todos a que avanzaran junto a los jóvenes.

A pesar del regaño, el manager les ayudó a pasar desapercibidos, él adelantando y dando señales de cuándo podían avanzar y cuándo detenerse, a veces distrayendo a gente para que pasaran los miembros con los animales y nadie los notara. Se permitieron relajarse una vez dentro del ascensor, solos con sus hyung porque el mánager se quedó hablando con un grupo de fotógrafos.

Bueno, los trajimos... ¿Ahora qué? —preguntó Taehyun, viendo desde arriba a quien debía ser Namjoon, el perro blanco cuyo pelaje suave brillaba— ¿Alguien tiene un plan?

El silencio fue más incómodo que la música del elevador » No me digan que planeaban encerrarlos en el salón de prácticas mientras grabamos.

Eso es mejor que llevarlos a la entrevista.

¡Es lo mismo que si los hubiéramos dejado en casa! —exclamó Taehyun, verdaderamente frustrado con las respuestas de sus compañeros.

No es lo mismo, aquí podemos cuidarles la mayor parte del tiempo, y juntos podremos pensar en alguna solución. —Yeonjun estaba convencido de aquello.

Las puertas se abrieron en el piso donde la mayor parte de salas de prácticas estaban, de hecho apenas salieron ya podía escucharse música de un grupo practicando para el comeback que tendrían en unos meses. El laberinto gris obscuro les esperaba entre confusos pasillos para llegar a su sala personal, por suerte, ya tenían algo de experiencia en ese nuevo edificio y conocían por donde ir —No se separen, de nuevo. —pidió Soobin antes de empezar a avanzar con él por delante. Afortunadamente, no se perdieron ni se confundieron entrando a otra sala, no ese día.

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