❝𝑻𝒖 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒏𝒊ñ𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒓𝒐𝒃𝒐 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏 𝒆𝒏 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒂𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔❞
- Necesitamos una camilla, hay que llevarle al hospital inmediatamente.
Después de decir eso ella me miró y nuestros ojos...
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{Unos días después} {5 de agosto 2019 - Lunes}
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— Muy bien Marquito, yo creo que ya estás listo para correr.
Dije mientras le terminaba de dar el masaje.
— Genial, ya necesitaba correr.
Se levantó.
— No tan rápido señorito.
Le detuve.
— Solo con una condición.
Él me miró pícaro acercándose a mí. Rodeó mi cintura con sus brazos.
— Ese tipo de condición no tonto, además dijimos que eso no iba a volver a suceder.
Me separé de él.
— Perdón.
Se rascó la nuca.
— No pasa nada.
— Entonces ¿Cuál es esa condición?
— Que yo vaya contigo.
Sonrió
— Eso está echo mi niña.
Me dió un beso en la comisura del labio.
Noté como el calor subía por mis mejillas.
— Me encanta cuando te hago sonrojar.
Me dio un toque en la nariz con el dedo.
— Anda, sube a cambiarte.
— Sí, mi capitana.
Dijo haciendo el saludo militar. Reí.
Sí, en estos días Marco y yo no hemos vuelto a tocar el tema del beso, cosa que agradezco, porque ahora Sandra no sé por qué razón, pasa más tiempo en casa.
Marco subió a su habitación a cambiarse.
— Hablando de la reina de Roma.
Dije en un susurro ya que Sandra había aparecido en mi campo de visión.
