La vieja de los gatos que lee las cartas

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Abby Harris

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Abby Harris.



— ¿Qué escribes?

Esa vez no me sobresalté, porque ya la había visto venir, solo fingí que no.

—Una muerte —bromeé, abrió mucho los ojos y pareció que iba a decir algo, pero terminó sentándose a mí lado.

— ¿Te gusta hacer sufrir a tus lectores? —preguntó, enrollando el cable de sus audífonos.

—De vez en cuando —respondí cerrando la laptop.

—No te hacía cruel, Abby, pero me equivoqué.

Suspiró con fingido pesar y yo me reí.

No soy tan mala, solo he matado a Josh.

Y a otros...

Pero ¿quién los cuenta?

Miré a Lily, que observaba sus audífonos como si fuesen la cosa más interesante del mundo.

Aun no me creía que a ella le gustasen las chicas, porque eso significaba... que había una posibilidad. Pequeña, pero la había. Y trataba de no pensar mucho en eso porque me emocionaba sin razón.

Iba a abrir la boca, pero cuando miré al frente, el mismo gato del otro día venía corriendo hacia mí y los niños venían detrás de él. Aun con miedo de que me fuera a arañar, lo tomé. Al principio pareció que me iba a hacer algo, pero cuando me puse de pie y lo aparté de los niños, se quedó quieto.

Lily miraba todo con el ceño fruncido.

—Dejen al pobre gato —les dije a los niños cuando llegaron frente a mí.

—Pero si no le hacemos nada —dijo el más pequeño.

—Lo molestan —casi escupí, acercando al gato a mi pecho. Prefería los animales antes que los niños.

— ¿Es su gato? —preguntó el más alto.

No, pero podía serlo.

—Sí, sí es. Y no quiere que lo molesten.

— ¿Se lo dijo él? —Se burló el mismo. Lo miré, indignada.

—Sí, hablo con los animales —No pretendía que se lo creyesen, aunque había niños pequeños estaba segura de que no caerían en eso.

Excepto uno, que me miró con cara de espanto y retrocedió unos pasos.

— ¿Usted es de esas señoras con gatos que leen las cartas?

Me dijeron señora a los dieciséis. Auch.

—Sí, y como no lo dejen en paz, los embrujo a todos.

Que eso no se lo fuesen a decir a sus padres, por favor.

Me miraron, como si estuviesen dudando entre creerme o no, y al final todos me dieron una mala mirada y se alejaron, yo sonreí satisfecha y me giré hacia Lily quien estaba aguantándose la risa.

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