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Cuando vio que él mayor caía se levantó para empezar a correr, su corazón iba a mil por hora, con sus manos completamente dañadas apenas pudo quitarse la cinta que sellaba sus labios, veía algo borroso debido a sus lágrimas y la sangre perdida.

Grito al sentir una apuñalada en su espalda, cayó al suelo expulsando sangre por su boca. Cayó al suelo soltando quejidos de dolor, se puso encima de ella volteandola para que mirara su rostro. Él ojizafiro estaba decidido a encajar el cuchillo en su cabeza para darle fin a todo esto pero la chica con apenas un poco de consciencia logró usar sus poderes parando las manos de Jon, sí iba a morir lo iba hacer sabiendo el porqué la mataban.

—¿¡Por qué!? ¿¡Por qué lo haces!?

—Damian... él es solo mío... no creas que porque está contigo eso me detiene —Rachel lo miró con sorpresa.

—¿Te gusta? ¿Estás enamorado de él? —era como una pregunta capsiosa, sabía perfectamente la respuesta—. Él es mi novio, nos amamos, nunca vas a poder borrar eso —sonrió triunfadora, burlándose de Jon—. Adelante, matame, él no dejará de amarme.

—¡Maldita...! —encajó el cuchillo lo más profundo que pudo en su pecho haciendo que la chica escupiera sangre. La chica aún seguía viva—. ¡¡¡Muere!!! ¡¡Muere!!

Encajó de nuevo el cuchillo con fuerza haciendo que Rachel escupiera nuevamente sangre parecía que ya no podía más pero aún así quería estar seguro así que la apuñaló unas cuantas veces más.

Jon respiraba de manera agitada levantándose, mirando lo que había hecho, no se arrepentía incluso se sentía bien, hizo lo correcto, lo hizo por amor.

Limpió las armas y tiro los guantes en algún lugar donde nadie los encontraría, dejó ahí a la chica y subió a su carro y condujo al departamento, ahora solo debía fingir que todo estaba bien para que nadie sospechará. Al llegar a la casa, Damian ya estaba dormido, se veía tan hermoso, su respiración estaba relajada, su boca estaba medio abierta. Creía que podía besarlo, sentía que ahora con su novia muerta tenía el derecho de hacer lo que quisiera.

Se metió entre las sábanas con delicadeza para no despertar a su amado. Luego de un rato sintió como él moreno lo comenzaba a abrazar, eso lo puso muy nervioso pero muy feliz a la vez, se quedo quieto.

—Rachel... 

Escuchó al menor, parecía que soñaba con ella y por eso lo abrazaba pero de todos modos no le importo, Jon también lo abraza escondiendo su cabeza en el pecho del menor.

Esa noche durmió muy tranquilo, incluso después de lo que había hecho, nunca se había sentido tan en paz. 

Al día siguiente, aún estaban abrazados, Damian apenas estaba abriendo sus ojos porque la luz del sol entraba por la ventana, al ver a Jon y no a Rachel se alejó rápidamente con miedo cayendo de la cama, él ojizafiro se acercó a la esquina de la cama viendo al menor en el suelo.

—¿Estás bien? —dijo preocupado alzándole una mano pero él de ojos verdes simplemente se levantó.

—Estoy bien —se estiró y al hacerlo su camiseta se levantó dejando ver parte de su abdomen; Jon se quedó boquiabierto, amaba las pequeñas cicatrices que había ahí—. ¿Vamos a desayunar o te vas a quedar ahí como un estúpido?

Caminaron hasta el comedor, él menor prendió la televisión dejándole en un canal aleatorio, después fue hacia el teléfono de casa y marco al número de su novia pero no hubo nada, sonó un poco pero rápidamente se fue al buzón. Estaba confundido, ella siempre respondía, volvió a llamar pero de nuevo le decía que se fue al buzón; Jon preparaba el panqueques, volteó a ver a Damian quien se veía nervioso, sabía que no le contestaba Rachel. 

Ahora llamó a su hermano mayor, Dick; su voz se escuchaba preocupada. Él pelinegro se empezaba a asustar, el no saber que pasó ayer le hacía sentir con mucho miedo, descubrió que su novia no había regresado a la Torre, que ella no había dejado rastro alguno. Los Titanes decidieron unirse para poder buscarla mejor, él pelinegro le pidió a Jon que fuera pues ahora confiaba en él por completó y creía que le ayudará a poder encontrarla ya que él fue el último en verla. 

Una vez en la Torre todos platicaban y veían las cámaras para buscarla en ellas, Damian miraba las cámaras una y otra vez. No quería ver más a su amado sufriendo, se veía muy estresado, así empezó a crear un pretexto para decir y que él menor se calmará.

—No se si sirva de ayuda... pero cuando bajó de mi carro vi como caminaba con alguien hacia el bosque —dijo con nerviosismo—. O tal vez vi mal porque había mucha oscuridad, pero no vi que ella haya entrado.

—Maldición... y si fue así... y si alguien le hizo daño —habló con preocupación y estrés, no sabía que hacer ¿y si la tocaron?—. Tenemos que buscarla... que tal si sigue así ¡vamos a buscarla! 

—¡No! e-es decir, no, es que que tal si siguen ahí y si los lastiman —miró al pelinegro preocupado porque encontrarán el cuerpo.

A Damian no le importo y salió corriendo hacia el bosque lo más rápido que pudo. No pudo evitar llorar, se sentía débil al llorar pero no podía evitarlo, no sabía con lo que se encontraría y le dolía pensar que encontraría a su novia muerta. Se iba limpiando las lágrimas hasta que por cansancio paro cayendo de rodillas al pasto; miró a su alrededor encontrándose con el cuerpo de Rachel... soltó un gritó que al instante ahogó con su propia mano, las lágrimas resbalaban por su mejillas, no tenía pantalón por lo que se sintió muy enojado, sus lindas piernas tenían rasguños, había tres apuñaladas en sus piernas, pecho y abdomen. 

Movió su cabeza hacia él para verla, sus ojos estaban abiertos pero no había brillo en ellos era como si estuvieran completamente grises. Había manchas de sangre en su boca y por todo su cuerpo y ropa.

Había visto cuerpos muertos muchas veces pero esta vez fue muy diferente, el sentimiento de dolor era insoportable .

Abrazó el cuerpo de Rachel mientras seguía llorando, pronto llegaron los demás y igual se sorprendieron, Kory y Gar lloraron igual, los demás se quedaron en shock, Dick tomó al menor estirándolo para que se alejará, lo abrazó con fuerza mientras que lloraba. Por otro lado, estaba Kent, quien miraba desde atrás con una pequeña sonrisa victoriosa. Él hermano de su amado lo abrazaba mientras que éste lloraba apretando su camisa ¿Quién haría algo tan despreciable? Obvio no pensó en Jon pues él era su mejor amigo y le dijo que su novia había entrado al bosque; además, Jonathan Kent, él hijo de Superman jamás podría matar a alguien, era como un santo ¿verdad? 

Después de un rato dejaron el cuerpo de la chica hasta la Torre para poder limpiarla y prepararla para enterrarla. Damian se quedó en shock en uno de los sillones llorando en silencio, al azabache le dolía verlo así. Estaba apuntó de acercarse al menor pero Nightwing se acercó hacía él impidiéndole que hablará con él moreno.

—Puedes irte, Kent 

—Quiero hablar con Damian —dijo con una sonrisa, aunque obviamente estaba molestó debía fingir esa sonrisa—. Quiero decirle que si quiere venir conmigo...

—Puedes irte. Él estará conmigo y su padre.

Lo fulmino con la mirada, estaba apuntó de a travesar al mayor con su puño pero se contuvo; ahora debía esperar a que él menor pasará su momento de luto. Volvió a sonreír con un okey y se dio media vuelta para salir de ahí volando.

𝑨𝒓𝒓𝒂𝒔𝒕𝒓𝒂𝒎𝒆 𝑨𝒍 𝑰𝒏𝒇𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐 | 𝖏𝖔𝖓𝖉𝖆𝖒𝖎 [continuación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora