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No paraban de llegar botellas a nuestro reservado, Blaise había traído una selección de licores increíbles y no podía evitar probar todas esas maravillas que costaban más que mi sueldo. Estaba acostumbrada a ver los lujos al tener a una Parkinson como mejor amiga pero en este grupo eran todos así y me impresionaba como para ellos era tan normal y yo parecía una niña pequeña flipando con todo lo que ponían por delante. En un momento pude ver la sonrisa de Draco mientras me miraba así que le dedique un guiño juguetón, aunque no era una gran experta en hacerme la seductora y menos con el maestro de la seducción que era Draco. Todo en ese hombre era jodidamente sexy, su pelo, su sonrisa, su voz ronca, sus manos llenas de anillos, sus ojos... podía entender a la perfección el éxito que tuvo entre todas las chicas en sus años en el colegio.

Cada vez tenía más confianza con las otras chicas que eran realmente encantadoras, pasé mucho tiempo hablando con Daphne sobre sus líos amorosos y era totalmente normal porque era una mujer muy guapa y atractiva. Ella se dio cuenta de algo porque soltó una risa juguetona cuando se acercó a mi oído para susurrarme algo.

-Quieres jugar a poner nervioso al hurón?- dijo entre risitas en mi oído.

-Cómo dices?- me puse muy nerviosa ya que no sabía como se había dado cuenta, además ella era su cuñada así que la situación me sobrepasaba.

-No soy tonta y además nos ha parado de mirarte desde que llegaste- quería decir algo para desmentir pero  me calló- No te preocupes, Draco es mi amigo y se lo zorra que está siendo mi hermana, sinceramente no se porque no se separan de una vez- me reí avergonzada- Entonces quieres jugar o no? se como poner nervioso al rubio, lo conozco mucho.

-Qué propones?- ella me sonrió y se acercó a mi besándome.

-Joder eso ha sido demasiado caliente- gritó Blaise- Me gusta como se divierten estas chicas.

No pude evitar mirar al rubio, se le notaba la respiración acelerada y se soltó un poco la corbata algo nervioso pero no sabía identificar si su mirada era de enfado o lujuria.

-Ahora ve al baño- me dijo Daphne guiñándome un ojo.

Me levanté y fui en dirección a los baños, no paraba de pensar en si funcionaría o no el jueguecito de Daphne aunque esperaba que si porque la verdad me había excitado mucho esa rubia tan atractiva entre el beso y el alcohol. Había mucha gente esa noche en el club y me estaba costando mucho llegar, hasta que por fin entré en el pasillo que llevaba a los baños. Estaba cerca de la puerta cuando una mano agarró mi cintura girándome para dejarme apoyada en la pared.

-Ah hola Draco, necesitas algo?- quise hacerme un poco la interesante.

-Ese jueguecito con Daphne era para llamar mi atención?

-Simplemente me apetecía un beso- lo interrumpí mientras él apartaba mi pelo de mi cuello.

-Y no te apetecía uno mío?- me susurró al oído mientras rozaba su nariz por mi cuello, otra vez esa jodida voz y ese perfume, qué diablos llevaba ese perfume que me hacía enloquecer?

-Dijiste que tenías que resistirte...- no podía ni acabar las frases cuando empezó a dejar sutiles besos por mi cuello- Joder Draco- no podía más así que cogí su cara y lo besé.

Era un beso tan hambriento, se notaba la necesidad que teníamos el uno del otro, casi no nos dejábamos respirar mientras nos besábamos. Le di un mordisco en su labio inferior tirando de él hasta hacerlo sangrar un poquito, lo que provocó un gemido de Draco que me hizo encenderme aún más, volví a coger su labio pero esta vez pasando la lengua para calmar la zona. Nos separamos por la falta de aire.

-Joder Harper me vuelves loco- y con eso empezó a atacar mis cuello mientras tiraba de mi hacia un baño- Mira como me tienes- acercó mi cuerpo al suyo para notar la gran erección que había en sus  pantalones mientras seguía bajando sus besos por mi escote.

Llevó sus manos a mi espalda para bajar la cremallera de mi mono, deslizó mis mangas hasta dejar caer mi ropa y dejarme únicamente en tanga ya que con esa ropa no podía usar sujetador. Mi mirada se transformó en un avergonzada cuando el se quedó mirando mi cuerpo de arriba abajo, así que me tapé el pecho con mis brazos.

-Nunca te tapes y mucho menos te avergüences- dijo bajando mis brazos- Eres jodidamente hermosa.

Entonces me agarró y fue directo a atacar mis pechos, besándolos, mordiéndolos. Era tan jodidamente increíble el toque de este hombre en mi cuerpo que no podía evitar arquear la espalda y soltar pequeños gemidos, sentía que si seguía así iba a conseguir que me corriese sin siquiera llegar a tocarme del todo.

Sus manos agarraron la parte trasera de mis muslos dándoles un pequeño apretón en señal de que saltara y eso hice, me llevó hasta los lavabos para apoyarme allí. Podía ver como la lujuria invadía sus ojos, cada vez más oscuros y como le caía el flequillo por la frente lo que lo hacía ver más sexy aún, si es que eso era posible. Ambos nos miramos a los ojos fijamente.

-Estás de acuerdo con esto?- me preguntó sin que ninguno pudiésemos dejar de mirarnos a los ojos.

-Completamente- contesté y al ver la sonrisa que se formó en su cara me di cuenta, estaba jodida, este hombre me había enganchado.

Comenzó a subir una de sus manos por el interior de mis muslos mientras nos seguíamos besando, a estas alturas nuestros labios debían estar muy hinchados por no habernos podido separar más de unos pocos minutos. Me bajó mi ropa interior y la guardó en el bolsillo de sus pantalones y justo cuando iba a preguntar que hacía me tocó donde tanto anhelaba que me tocara. Empezó a jugar con mi clítoris mientras dejaba mordiscos y besos por mi cuerpo, iba a dejar marcas pero no me importaba.

-Draco por.. por favor- ya no podía más, estaba a punto de explotar.

-Dime pequeña- se burlaba mientras ralentizaba sus movimientos.

Justo cuando iba a quejarme se apartó de mi y se metió entre mis piernas, pasando su lengua por cada parte de mi intimidad, nunca nadie me había llevado al cielo  de esta manera y sabía que estaba muy cerca de mi clímax, agarré su pelo tirando un poco de el lo que lo hizo gemir pegado a mi sintiendo cada vibración que salía de su boca.

-Draco voy a co...- casi no podía hablar sin gemir como una loca y él aceleró sus movimientos para que llegara y así lo hice.

Se levantó dejándome recuperar un poco la respiración y volvió a pegar su cuerpo al mío besándome.

-Eres una auténtica delicia- dijo al separar nuestros labios haciendo que me probara en ellos.

Llevé mis manos a su camisa y terminé de desabrocharla apreciando y tocando cada músculo de ese torso tallado por los dioses, tenía cicatrices que lo hacían más caliente aún. Cogí su cinturón desabrochándolo mientras besaba su torso, vi su enorme erección a través de sus bóxer. No pude evitar morderme el labio al verla y llevé mis manos para sacarla y dios era mejor incluso de lo que se intuía que sería a través de su ropa interior. Iba a cogerla cuando la puerta se abrió de golpe, Draco se pegó a mi para que nadie me viera desnuda y vimos que era Daphne.

-Qué carajos haces aquí?- preguntó Draco irritado.

-Ha llegado alguien más, vestíos y salid- dijo Daphne con cara de preocupación-Rápido.

Draco y yo nos miramos cuando la puerta se cerró y nos volvimos a colocar la ropa e intentamos adecentar nuestros pelos después de todo lo que había pasado. Salimos del baño y cuando estábamos acercándonos podía ver a lo lejos el reservado y vi a una nueva mujer que no estaba antes, todos parecían un poco incómodos hasta que miré a Draco parado a mi lado y un poco pálido.

-Qué pasa Draco?

-Es ... Astoria- mi cara se descompuso al escuchar ese nombre, cómo iba a mirarla ahora a la cara?      

Heal my heart / D.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora