Heal my heart / D.M.

25

-Papa? Me has escuchado?- preguntó viendo que Draco no le había contestado.

-Si hijo perdona, es que anoche estaba muy cabreado y me crucé con Harper a la salida del club- Scorp entrecerró los ojos mientras Draco le contaba la historia que se estaba inventando- Ella intentó consolarme pero le hablé muy mal y he venido a disculparme por mi comportamiento.

-No me habías dicho nada- me dijo Scorp y yo aún asimilaba la capacidad de Draco, yo me habría quedado en blanco.

-Si bueno, no le di mucha importancia sabía que en realidad no quería hablarme así y no quería que te enfadaras con él.

Scorpius no parecía muy convencido pero aún así asintió levantándose del sofá- Bueno pues yo me voy.

-Te acompaño a la puerta.

-Adiós Harper, piensa en lo que te he dicho y si necesitas cualquier cosa llámame- me dió un beso en la mejilla y vi a Draco de reojo tensarse.

-Claro Scorp, ya hablamos.

-Papa luego nos vemos en casa.

-No me esperes despierto- su voz sonó tensa pero en seguida bajo el tono ante la cara de confusión de Scorpius- Después de hablar con Harper iré con tu tío Blaise- asintió y se fue, cuando cerré la puerta solté un gran suspiro que estaba reteniendo.

-Joder- dije todavía apoyada en la puerta.

Draco se levantó dirigiéndose hacia mí sin decir una palabra, me cogió por la cintura pegándome incluso más a la puerta y me besó, lento pero intensamente- Ya te echaba de menos- susurró sobre mis labios, sentía que podía derretirme ahí mismo, con él pegado a mi cuerpo.

-Nos vimos hace unas horas- dije sonriendo.

-Y ya necesitaba tus labios- susurró junto a mi oreja para continuar besando mi cuello, deslizó sus manos por mi cuerpo y pude sentir su ya notable erección, un gemido escapó de mis labios- Para que veas lo que provoca el tenerte cerca.

Lo alejé con una sonrisa pícara mientras él fruncía el ceño- Me apetece un poco de ese vino que has traído y quizás después te deje entrar en mi habitación- esa perfecta sonrisa apareció de nuevo.

-Oh cariño, no voy a irme de aquí hasta que no te haga gritar mi nombre en cada habitación de este apartamento.

-Es una amenaza?- pregunté juguetona mientras él alzaba un ceja.

-Es una promesa y...- se acercó dejando un beso en la comisura de mis labios- Siempre cumplo mis promesas- con eso se alejó hasta la cocina dejándome con la ropa interior mojada- Voy a abrir el vino.

Un fuego me invadió por dentro y lo seguí sigilosamente hasta la cocina, estaba de espaldas buscando las copas de vino. Me acerqué y lo abracé por la espalda mientras pasaba las manos por su esculpido abdomen, se relajó bajo mi toque. Se dio la vuelta quedando apoyado en la encimera.

-No querías vino?- alzó una ceja y una sonrisa sensual apareció al ver la necesidad en mi cara.

-Me apetece más otra cosa- dije llevando la mano a su cinturón, abriéndolo y metiendo mi mano para agarrar su erección.

-Joder Harper- susurró y yo mordí mis labios al sacarla de sus pantalones- No hagas eso o voy a perder el control.

-Nada te lo impide aunque antes quiero hacer algo- me agaché y vi el brillo en sus ojos.

Pasé mi lengua por su erección y justo cuando iba a decirme algo la metí en mi boca, un jadeo salió del fondo de sus garganta y eso me encendió más. Empecé a bombear más rápido, mirándolo a los ojos. Pura lujuria y deseo llenaba su mirada.

-Joder amor lo haces tan bien- llevó una mano a mi cara acariciando mi mejilla para después tomar mi pelo en una cola improvisada- Si a.. así- ya tocaba el final de mi garganta pero ver como comenzaban a temblar sus piernas y su cara me volvía loca- Mierda voy a...

Aumenté la velocidad y profundidad con sus palabras, sentí su abdomen tensarse cuando llegó a su clímax, gimiendo mi nombre. Tragué y me levanté limpiando me con la manga de mi sudadera, mientras él me miraba como si fuese un oasis en el desierto.

-Eso ha sido jodidamente maravilloso y te veías tan caliente...-me dijo y me giré cogiendo un par de copas.

-Vamos 1-0- su cara se tornó en confusión- Te he hecho gemir mi nombre en una de las habitaciones, voy ganando- me reí y me giré para ir al salón.

Nos servimos el vino y nos sentamos en el sofá, mi gato se acercó rápidamente a él, tumbandose en su regazo y no pude evitar reírme.

-Qué pasa?

-Nada, sólo que es curioso- estaba aún más confuso.

-Qué es curioso?

-Mi gato, al parecer te adora y no sé por que ni se acerca a Scorp- intentó ocultar la sonrisa de satisfacción pero lo noté- Es raro, no es súper cariñoso con todos pero por lo menos se acerca y con Scorp nada.

-Intuirá las intenciones de mi hijo y como le gusto yo, es su forma de decirte que yo soy tu mejor opción- me guiñó un ojo burlándose- Y ya que has sacado el tema, qué quería Scorpius?

-Quería decirme que está ahí para lo que necesites- frunció el ceño antes mi tono nervioso, así que decidí contarle- Bueno y también que le gusto demasiado y que si cambio de opinión pues...- lo vi ponerse muy serio, parecía perdido, me acerqué más a él y tomé su cara.

-Draco, estás bien?

-Harper... Entendería perfectamente que lo de la otra noche hubiese solo sido sexo para ti, sé que soy mayor y...- notaba los nervios en su voz- y quizás prefieras a alguien más joven y atractivo, Scorp lo es y si lo que pasó es lo que te impide, yo puedo olvidarlo no le diré nada a mi hijo- pero cómo podía ser tan inseguro si parece un jodido dios pero se veía tan tierno.

-Draco mírame- sus ojos tristes se clavaron en mí- Scorpius es una gran hombre pero no eres tú y creo que anoche dejé bastante claro que fui a por ti, te quiero a ti- se relajó bajo mi toque y dejé un dulce beso en sus labios- Y por si no te has dado cuenta con lo que ha pasado hace un momento, no necesito a nadie más joven. Nadie me ha puesto nunca tan caliente como lo haces tú- sonrió ante mis palabras y me levanté del sofá.

-Qué haces?

-A la cama- dije señalando con el dedo- Parece que voy a tener que demostrarte de nuevo como solo te deseo a tí.

Se levantó y su mirada cambió totalmente a una lujuriosa, tanto que daba hasta miedo y al mismo tiempo seguía mojando mi ropa interior. Me cogió dejándome en su hombro.

-Draco!!

-No se me olvida que crees que puedes ganarme- me dio una cachetada en el culo- Siempre gano, así que espero por tu bien que estés preparada para lo que te espera, mañana no vas a poder andar- y así nos llevó hasta mi habitación.