Bakugo Katsuki lo tenía todo, una hermosa novia, una gran casa y puesto del héroe número uno.
Bakugo y Akira llevaban 6 años de relación, una hermosa relación, tenían su vida planeada, una agencia juntos, un hogar, todo perfecto pero...
¿Que pasaría...
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Eiji estaba aterrado, el cuerpo de su madre cayó al suelo y sangre comenzó a aparecer alrededor de su cuerpo.
El hombre volvió a levantar el arma listo para arrebatarle la vida al hijo del héroe pero de un segundo a otro el hombre termino en el suelo con un disparo en el hombro y luego unos policías se colocaron arriba del sujeto mientras uno pedía una camilla.
Katsuki entro corriendo viendo la atroz escena, su esposa en un charco de sangre y su hijo sin poder apartar la vista de ahí, tenía que pensar con la cabeza fría aunque quisiera moler a golpes hasta matar a ese sujeto. Kirishima detrás miraba triste la escena, el cuerpo sin vida de su amiga.
-Kirishima, llévate a mi hijo de aquí.
Todos salieron dejando a Katsuki solo con su esposa, quería llorar, quería romper todo pero por sobre todo, quería morir, no podía vivir en un mundo donde no esté su esposa, pero debía ser fuerte, fuerte por sus hijos y adoptaría a aquella niña a quien le arrebataron su madre de una forma cruel como a él le arrebataron su esposa.
Se acercó, importandole tres mierdas mancharse de sangre y sintió, su respiración era lenta al igual que los latidos de su corazón, eso solo significaba que aún tenía una oportunidad, una sola oportunidad de tener a su esposa junto a el.
-Una camilla!!!!! Rápido maldita sea!!!!
Minutos antes de lo ocurrido.
Katsuki se preparaba para entrar junto con Kirishima, el héroe rojo iría al frente, los policías en medio y Katsuki iría por último, por si el asesino los tomaba por detrás.
-Bien, entremos.
Apenas entraron ya encontraron el primer cadáver, el de la recepcionista.
Iban a continuar caminando cuando escucharon unos pasos, todos se pusieron en posición de ataque pero kirishima les hizo bajar las armas, eran los niños.
-Tio kiri?
Katsuki se acercó al frente para abrazar a su hijo con fuerza, uno de ellos estaba bien, le dijo a los niños que acompañaran al policía afuera y ellos hicieron caso.
Mientras más recorrían el hospital más cuerpos encontraban y había uno que más le llamo la atención, era el cuerpo de una mujer rubia, la madre de la niña que estaba con su hijo y amiga de su esposa.
Un disparo se escuchó y todos fueron hacia esa dirección, viendo a un hombre en la entrada de una habitación.
