Las pequeñas historias del multiverso

Un angel en el infierno

Un figura alada se alzaba entre el caos del infierno, era algo tan extraño ver aquellas bellas criaturas en los rojizos lares en los anillos de ese lugar.

Aquella figura tan preciosa pero mortal, estas bellezas solo causaban pánico y terror en cada ángulo que los vieras, esas figuras maravillosas provocaron la muerte definitiva de los seres del infierno, eran a los que se les apodaba "Ángeles Exterminadores", pero eso era algo de lo cual me empezaba a extrañar, aquella bella figura tan preciosa pero mortal dejó de causarme temor, a mi, un diablillo cualquiera. 

Debería estar corriendo por mi vida, pero la gracia con la que exterminaba a sus víctimas era algo hermoso de admirar y apreciar. Intentaba alejarme lo más posible de él pero mi cuerpo no reaccionaba, su figura alada me había hipnotizado y ahora la idolatraba como un idiota enamorado.

El dia del exterminio era uno de los peores días que pudiesen pasar, pero ... ¿por qué este día tan terrible dejó de serlo? ¿Por qué de pronto se volvió todo tan sereno? ... ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ... Sera por que ella se veía igual a aquella persona, aquella persona que no veía hace años pues el hotel de su majestad había logrado hacerle redimirse.

-¿Zela?

Era el único nombre que pude pronunciar, la vi y mi mirada nunca más se pudo apartar, ella me volteo a ver y eran aquellos hermosos ojos rojizos iguales a las llamas perpetuas de mi amor por ella, su piel escamosa de demonio y sus cuernos desaparecieron pero su bello y sedoso cabello ahi seguia, su calida mirada, y cuando se acerco y toco mi mejilla, su calor cariño y tacto tampoco cambiaron.

-Mi querido diablillo

Lo trágico de nuestro amor es que mi destino es siempre vivir apartado de ella aquí en el infierno, pues las criaturas nacidas en este lugar jamas podran ir al cielo, su destino era poder redimirse e ir al cielo pues ella era una humana que por un mísero error a cabo en el infierno, en el anillo del orgullo, el anillo en el que nos enamoramos.

-Cariño, te he extrañado tanto

Estábamos por casarnos pero, ese día asombrosamente, su pecado de orgullo fue redimido, su pecado en vida fue que ella jamás pudo dejar de lado su orgullo, ya fuese debido a que ella nunca pudo casarse por él o por que termino todo por ser una orgullosa, pero el dia que nos íbamos a casar , dejó todo su orgullo de lado para aceptar los votos y decirme que me amaba.

-Cariño, el exterminio, debes ir a protegerte

Sus manos acariciaban mis mejillas, sus ojos derramaban unas cuantas lágrimas, ambos estábamos llorando, unimos nuestras frentes una última vez y hable.

-Cariño, te amo, asi que porfavor, cada exterminio ven y dame un beso, tu siempre seras mi querida esposa

Sonreía mi amada tenuemente para ambos luego darnos un beso fugaz, la hora del exterminio había concluido así que ella debía irse.

-Nos veremos el próximo año mi amor

Asi empezo nuestro romance tan trágico, una noche, la noche del exterminio, solo esas noches podía verlas, unas cuantas horas al año, era una tortura, pero mi corazón siempre le pertenecería a mi amada Zela, como el suyo siempre será mío.

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Escrito por Vivian Rodriguez Guimond y Embed

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