Capítulo Dieciséis

140 23 0
                                    

EMMA HARRIS

Las horas se pasaron rápido, el cielo ya estaba oscuro y yo estaba agotada, me pasé todo el día sentada en una incomoda silla hasta que decidí seguir trabajando en el suelo y es justo donde me encontraba leyendo algunas cosas.

— ¿Qué haces ahí?— Rodé los ojos, cuando pensaba que me había librado de él, aparece de nuevo.

Logan entro al despacho de Luke y me miraba con desaprobación.

Al parecer Luke me dejo niñero y nada más y nada menos que el idiota de Logan, que todo el día me ha estado acechando como buitre.

—Trabajando. —Murmure.

— ¿En el suelo?

—No, en la Antártida. —Volvió a rodar los ojos, parece que hacer eso le encanta.

—Eso es muy poco profesional de tu parte. —Suspire.

Se sentó en el pequeño sillón, se desabrocho el saco.

—No me importa si es profesional o no. —Me miro serio. —Me importa mi comodidad, si no estoy cómoda en mi lugar de trabajo, ¿como espero hacer las cosas bien?

Sus ojos no se apartaban de mí ni un segundo y eso me ponía nerviosa. Logan tenía ese don de poner nerviosas a las personas con una simple mirada y ya estaba odiando que hiciera eso cada que nos vemos.

—Da lo mismo, lo que estás haciendo ahora ningún empresario lo hace. —Bufé.

—Porque esos empresarios ya son unos abuelos. —El sabía muy bien que lo dije por él, por eso casi me aniquila con la mirada.

—Si claro.

—Ven. —Le dije y me miro confuso.

— ¿Qué?

Palmee el lugar a mi lado.

—Siéntate.

—No.

—Logan.

—No, Emma.

—Debo mostrarte unas cosas—me miro por lo que sentí fue un largo tiempo. Al final se levantó de mala gana, se quito el saco y se coloco a mi lado.

—Ni una palabra. —Advirtió.

—Como quieras. —Le pase las hojas de trabajo.

— ¿Qué es esto? —Miró las hojas que estaban vacías.

—Es una invitación a cenar. —Murmure, me miró serio y alzó una ceja.

—Tengo novia. —me recordó y reí a carcajadas.

—Créeme no estoy interesada en ti. —Respire hondo—Tengo mucha hambre y no quiero ir sola por eso la invitación vacía.

—Estamos en horas de trabajo.—Recordó.

—Bien, encontrare a alguien más que quiera ir a cenar conmigo. — Me levante del suelo—Ya te puedes ir.

La verdad es que no tenía a nadie más que Kurt, que está en horas laborales, pero, seguro una rama querrá cenar conmigo.

Resopló—Bien, vamos a cenar torpe.

—Deja de llamarme torpe.

— ¿Es que acaso no lo eres?

Rodé los ojos porque tenía razón, me caigo más de dos veces al día sin exagerar y todo lo que toco se cae.

—Vamos antes de que me arrepienta de haberte invitado a cenar. —Tomamos nuestras cosas y nos encaminamos hacia la salida.

Escapando Del MatrimonioWhere stories live. Discover now