Cartas para el cielo ©

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟹.

Esto tenía que ser una broma.

No Alaska, si fuera una broma no estuviéramos sorprendidas.

De hecho, mi vida parece una broma todo el tiempo por las casualidades.

—La señorita suspiro al ver el chico— Primer día y llegando tarde, que raro de ti Cameron, tus hermanas han llegado porque las vi.

Cameron... interesante.

¡No, no es interesante !.

Para mi si lo es

Tu eres mi conciencia, tú eres yo, entiende

—Mejor tarde que nunca—Sonrió. 

—Te la dejaré pasar porque es el primer día y no tengo ganas de hacer reportes, pero que sea la última.

—Como diga capitán - Hizo un ademán de sentarse filas atrás y al parecer no me noto, que suerte

Qué triste.

No, no es triste. ¡Que suerte! alégrate.

Saqué mis apuntes para iniciar la clase. No era gran cosa, pero de todas maneras traté de concentrarme totalmente en la explicación que el chico de atrás 

Hora de receso, la hora más esperada para una muerta de hambre como yo. Meghan y yo estábamos sentada en las gradas del gimnasio logré divisar el equipo de baloncesto. No faltaba mucho para que la práctica se diese por terminada. Y, mientras eso pasaba, saqué mi celular.

—Oh, el que está ahí es mi novio - Señalo al chico que parecía que lo había visto antes pero ¿de dónde?

—Wao, se ve ...

Impresionantemente atractivo

—Simpático - Finalice

—Lo es, ¿te lo presento? —No me dejo responder porque ya estaba gritando - ¡Cariño! ven - hizo señales entusiasmada.

Esta chica tiene mas energia que mi conciencia y yo juntas

Se acercó el chico con una sonrisa en su rostro y le dio un beso en los labios a Meghan

Serás una solterona toda tu vida.

Ni me lo recuerdes.

No seria tu conciencia 

—Cariño, ella es Alaska, es nueva, ah y también me ayudó a defender a Kya

—Un placer, Alex. - Mire su rostro y ...

Din din din.

Era uno de los integrantes de la banda en el bar.

Estas muy inteligente hoy.

—Oh, eres la que tocó ayer - me sonrió

—Veo que también me recuerdas

—Eres muy buena

—También ustedes

—Ehh, no entiendo nada, ¿ya se conocían? —Pregunto Meghan.

—Baby, ¿recuerdas del nuevo lugar muy cerca del lago?

—Claro, la del padre de Nicole.

—Esa, bueno, tocamos dos veces por semana y ayer ella tocó con nosotros

—No sabía que tocaras - Frunció el ceño

—Recién nos conocemos hoy —Dí una sonrisa

—Cierto, te gustaría ir hoy a ese lugar, tengo muchas ganas de conocerlo.