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El tiempo pasó y al parecer Harry iba de a poco mejorando. No había despertado del coma, no aun, pero sus signos vitales eran cada vez mejores.
La sonrisa de Louis cuando tomaba su mano y sus dedos se movían era algo inexplicable.
Sus ojos se empañaban cada vez que lo sentía y su corazón latía rápidamente.
Los médicos le dijeron que podía ser un proceso lento, que los avances eran importantes pero no lo suficiente para adelantarse a cosas que quizá no sucedan, le pedían que no se ilusione pero... ¿Cómo podía no ilusionarse?

¿Cómo podría frenar el brillo de sus ojos cuando después de un año su novio se movía? ¿Cómo hacerle entender a un joven enamorado y con el corazón en mil pedazos que aquellos signos podían no significar nada? Sería muy cruel sacarlo de su burbuja, pero también lo sería dejarlo allí con expectativas que nadie aseguraba poder cumplir.

De todas maneras nadie decía nada. No cuando su sonrisa brillaba cada vez que contaba sobre su día en el hospital. No cuando sus ojos se iluminaban con el simple hecho de recordar como los dedos de Harry se apretaban a su mano con fuerza. No cuando el solo podía pensar en que despertaría en cualquier momento. Simplemente nadie podía decirle nada, porque lo amaban y porque no querían que sufra más.
Aunque...bueno, esto podría traer solo más sufrimiento.

En coma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora