19

510 43 9
                                    

Recomiendo leer mientras se escucha la canción adjunta en multimedia.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Cáncer, aquella palabra no dejaba de resonar en su cabeza. Hacía un mes que el moreno no se encontraba bien, y tras un par de semanas donde un Gus insistente le había pedido que fuera al médico para quedarse más tranquilo, había terminado por ceder y ahora se encontraba de camino a casa tras ir a por los resultados de las pruebas intentando asimilar las palabras del doctor.

Entró al edificio y subió al piso que compartía con su pareja, una vez dentro miró al chico que le sonreía desde el sofá pero que al ver la cara pálida y sin expresión de su novio borró la sonrisa y se acercó preocupado sentándolo en el sofá preguntando que estaba ocurriendo.

- Gus, tengo cáncer - aquellas palabras dolieron más de lo que el rubio pensaba que podía doler algo en esta vida, sus ojos se cristalizaron pero aún quedaba algo de fe en ellos.

- Pero, se puede hacer algo, ¿no? Quimioterapia, alguna operación,... - al ver como Greco negaba con la cabeza sintió como si le arrancaran el alma, su pecho se sentía vacío.

- Metástasis, está en.. en todos lados - comenzó a llorar - Gus me estoy muriendo y no puedo hacer nada - el menor lo abrazó con fuerza mientras las lágrimas también caían por su rostro, no le parecía justo, ¿por qué él? ¿Acaso no se merecían ser felices?

- ¿Y cuánto tiempo...? - no sabía si quería saber la respuesta de aquello pero la necesitaba, ya nada podía ir a peor, la vida le iba a arrebatar a Greco, a su Greco, un hombre maravilloso que lo amaba como a nadie y al que quería más que a su propia vida, y no podía hacer nada más que ver como se iba apagando.

- Un mes, a lo mucho dos, lo siento - abrazó al menor con fuerza al escuchar como sollozaba ante la noticia.

- No es justo, tú no te mereces esto, tenemos que buscar otro médico, seguro que se ha confundido, algún tratamiento experimental, esto no está bien, no quiero que te vayas, no quiero que me dejes aquí, no quiero vivir sin tí - sus llanto aumentaba, Greco acarició su cabeza y besó su frente intentando calmarlo.

- Gus, yo tampoco quiero dejarte pero no podemos evitarlo aunque si podemos disfrutar el tiempo que nos quede juntos, ¿vale? Me gustaría hacer muchísimas cosas contigo y aunque no me de tiempo a todo, quiero hacer las máximas posibles antes de empeorar - el contrario asintió y el moreno le dedicó una leve sonrisa amarga, antes de empezar a planear cosas.

Había pasado tres semanas de esa conversación, eran las 5 de la mañana y Gus estaba despierto observando la playa desde la ventana de la habitación del hotel, no dormía bien desde aquel día, pero tal y como prometió a Greco estaban haciendo planes antes de que el mayor empeorara lo suficiente para no poder aquellas actividades, a lo cuál no le quedaba mucho porque a pesar de que el moreno se negara a admitirlo, notaba como le costaba más hacer tareas simples y veía las muecas de dolor en su cara aunque no hablara sobre ello. Se giró observándolo, aún no podía creerse que fuera a irse para siempre de su vida.

Comenzó a acariciar su espalda desnuda y el chico abrió los ojos adormilado dedicándole una sonrisa que le hizo sentir una punzada en el pecho al darse cuenta que intentaba memorizarla como si fuera la última vez que iba a poder disfrutar de ella.

- ¿Qué pasa rubio? ¿Estás bien? - Gus fingió una sonrisa y le dió un beso suave en los labios.

- Estoy bien, solo quiero acariciarte y observarte - siguió pasando su mano por el cuerpo del otro.

- Gus... Sigo aquí, y.. cuando no esté aquí físicamente, seguiré aquí contigo, pero hay algo que quiero hablar contigo - el rubio lo miró fijamente - sé que vas a pasarlo mal, pero tienes que superarlo y ser feliz, apóyate en la gente que te quiere, no te encierres en tí mismo y si encuentras a alguien que ames, adelante, no te sientas mal por mí, eres muy joven tienes una vida por delante, disfrútala por ambos, ¿si? - le dedicó una leve sonrisa y secó un par de lágrimas de la cara del menor.

- Lo intentaré, pero no puedes pretender que sea fácil, tú siempre serás el amor de mi vida - su voz se quebró al final de la oración y se regañó mentalmente por no poder aguantar el llanto.

- Nada de esto es fácil, lo sé, solo quiero poder irme en paz - Gus lo observó unos segundos y lo besó lentamente.

- Eres tan perfecto... - quería expresar lo injusto que le parecía todo aquello pero no quería perder el tiempo en eso, así que simplemente lo miró a los ojos - te amo Greco.

- Y yo a ti Gus - el moreno atrajo al menor y comenzó a besarlo, fundiéndose el uno en el otro como hacía tiempo que no lo hacían, hicieron el amor con calma, expresando, de la forma más primitiva que existía, lo mucho que se amaban e intentaron memorizar aquellas sensaciones para el resto de sus vidas.

Unos días después Greco empeoró por lo que tuvieron que volver a casa, fueron dos semanas duras hasta que terminaron hospitalizando al mayor. Para el rubio no era fácil verlo así rodeado de cables y máquinas, Greco siempre había sido un hombre sano y fuerte por lo que aquella imagen impactó  al menor más de lo que imaginó; para el moreno también estaba siendo duro, odiaba toda esa situación, pero sin duda lo que más detestaba era que el otro tuviera que verlo de esa forma, podía ver en su cara como sufría con todo eso aunque intentara ocultarlo. Dos días más tarde, tras una conversación nocturna donde le juraba de nuevo a Gus que estaría siempre junto a él y le hacía prometer que rehacería su vida tras su muerte, le pidió que durmiera en la cama del hospital junto a él, ambos sabían que era la última noche y así fue, a la mañana siguiente cuando Gus despertó avisó a los médicos entre lágrimas al ver que Greco no respondía.

Los 4 meses siguientes fueron un infierno para Gus, tuvo una recaída, bebía y se drogaba como solía hacer antes, sentía que no podía seguir sin él. Hasta que una noche soñó con Greco, le recordaba que debía vivir la vida y no acabar con ella como estaba haciendo, que le dolía verlo así. Al despertar a la mañana siguiente estuvo recordando el tiempo junto a él, todo lo que le prometió, como había mejorado su vida y había dejado los vicios en los que había recaído y esa misma tarde fue a casa de Horacio y Volkov a pedir ayuda.

Tal y como prometió a su novio, se apoyó en sus amigos y poco a poco consiguió salir de aquella depresión, pero lo que no logró fue amar de nuevo a alguien tanto como lo amó a él, su corazón siempre le perteneció y pertenecerá a Greco Rodríguez y aquello no le disgustaba, solo le hacía ansiar el momento de volver a encontrarse con él.

One Shots - Grecabo (SpainRP)Where stories live. Discover now