Demon God: The Protector

---𝑈𝑛 𝑏𝑢𝑒𝑛 𝑐𝘩𝑖𝑐𝑜---

La clase de educación física había finalizado hace unos minutos, Tom se encuentra sentado en las gradas de la cancha de baloncesto al aire libre que posee la escuela, el joven rubio se encuentra mirando su celular, siendo más específico, se encuentra leyendo el último mensaje que su padre le envió por WhatsApp hace unos treinta minutos. El mensaje dice que su padre irá a buscar a su hermana y a él, debido a que saldrá antes del trabajo y pasará por ambos hermanos al horario de salida de la menor, para ir a visitar a su tía, quien esta internada. Pero Tom no pudo continuar prestándole atención a su celular, ya que sintió como Camila se acerca lentamente desde la espalda, aunque no decidió hacer nada, ya que quiso dejar que la pelirroja hiciera lo que quisiera.

-¿Qué estás haciendo?– Preguntó la joven con una pequeña sonrisa, mientras sujeta el hombro izquierdo de su amigo.

-Solo estoy viendo un mensaje que mi padre me envió durante la clase de educación física- respondió el hijo del doctor Swiketsky, con un tono tranquilo, pero que también demuestra un poco de aburrimiento en su persona.

-Ah... esperaba que al menos te hayas asustado un poco, pero no lo he conseguido en todo este tiempo, pero eso no importa... ten- dijo la pelirroja para sacar de su mochila una lata de gaseosa, y se la pasa al rubio.

-Gracias, pero llevas intentando asustarme desde hace un mes, ¿Qué te hizo pensar que hoy sería diferente a los demás días?- Mencionó Tom con tranquilidad, para acto seguido realizar su pregunta mientras abre su bebida.

-De nada, pero no me daré por vencida... juro que te daré un pequeño susto de alguna manera, pero cambiando de tema, ¿qué fue lo que te envió tu padre?- respondió Camila, mientras se sienta al lado izquierdo de su amigo, para luego sacar otra lata de gaseosa de su mochila, pero esta vez para ella.

-Nada importante, solo que me tendré que quedar esperando a que mi hermana salgo del colegio, dentro de unos treinta minutos, ya que mi padre nos llevara a ver a nuestra tía materna, me quedaré esperando aquí un rato, o si me aburro tendré que dar unas vueltas por la cuadra hasta que llegue la hora- respondió Tom Swiketsky con un tono tranquilo, para luego beber un largo trago de su gaseosa.

-Si quieres puedo quedarme contigo para que no te sientas solo o aburrido- dijo la joven pelirroja, mientras ve el rostro inexpresivo de su amigo.

-No creo que debas molestarte Camila... además, tú tienes psicólogo dentro de una hora y media, debes ir, te ayudará- explico el rubio mientras ve el aura de su amiga, la cual se encuentra mejor que en otras ocasiones, pero aún no es igual a las de las demás personas.

-Está bien, si es lo que tú quieres, cuídate y saludos a tu familia, en especial a tu tía, espero que se mejore pronto- mencionó la chica, para luego ponerse de pie mientras se coloca la mochila.

-Gracias, tú también cuídate Camila- dijo tranquilo el hijo del doctor Swiketsky con un tono neutro, mientras ve como su amiga se retira lentamente.

-"Su aura mejoró desde la primera vez que la vi, pero aún no se ha restaurado del todo como la de las demás personas, nunca entendí muy bien el cómo funciona la mente humana en su totalidad, conozco su anatomía y funcionamiento normal, aunque nunca comprendí lo emocional"- pensó Tom al ver el aura de su amiga, para acto seguido mirar en la dirección de los baños.

En los baños junto a las gradas de la cancha de baloncesto se encuentran varios alumnos de quinto año, pertenecientes al aula de Tom, algunos están bebiendo agua de las canilla, mientras que otros están ocupando los urinales, pero casi todos estaban hablando entre ellos, a excepción de uno que se mantiene al margen de la conversación.

-Que molesto es venir a educación física- dijo uno de los chicos, luego de beber agua.

-Tienes razón, nos arruina que los ausentes de esta clase si cuentan- agrego otro de los muchachos a lo dicho por su amigo, mientras se lava las manos.