---𝑈𝑛 𝑎𝑟𝑚𝑎 𝑚𝑎𝑙𝑑𝑖𝑡𝑎---

5 5 0
                                    

No sabría cómo explicarse pero Tom es muy consciente de que algo no está bien, desde que se adentró a esta especie de bosque, las voces de dialecto desconocido y la rara sensación de caminar en círculos cuando únicamente está siguiendo un camino lineal estan presentes en el joven de cabellera rubia, ademas de que el estar en un estado de alerta continuo más las capacidades obtenidas al absorber a uno de los demonios le permiten sentir con mejor agudeza lo que ocurre en su entorno. Esto continúo hasta que sin darse cuenta Zokial llego aparentemente al corazón de este extraño bosque, donde ya no hay una gran cantidad de árboles estando bastante despejado, ademas de haber una gigantesca piedra negra inclinada, generando un gran sombra, en donde hay una entidad similar a las que interrogo al llegar a este lugar, por lo que acerco lentamente teniendo una mirada fria y desinteresada. El hijo del doctor Swiketsky se acercó siendo acobijado por una extraña sensación que recorrió su cuerpo, pero no cambio su expresion ante esto, solo siguió avanzando llegando a un lado del ente cadavérico, que posee la mitad inferior de su cuerpo enterrado bajo las cenizas, mientras que en la zona de los brazos se lo ve encadenado con raíces negras, ademas de que posee una apariencia mucho más desgastada, por lo que el rubio dedujo que se trata de alguien muy antiguo.

-¿Tu si piensas decirme lo que necesito saber?- cuestionó Zokial con un tono que transmite indiferencia, pero sus mirada es fulminante, con unos ojos fríos carente de todo brillo, con sus pupilas rasgadas como las de una especie de reptil.

-Esto es curioso, no eres un alma humana, eres una entidad extraña, no eres demonio, ángel o caído... algo como tú en el infierno- respondió el ente cadavérico mientras que hace un movimiento imperceptible para ver el rostro del supuesto hijo del doctor Ezequiel Swiketsky.

-Esto confirma que no se trataba de simple literatura, responde ¿dónde llevarían a un grupo de humanos si los trajesen a este lugar?- preguntó Tom Swiketsky con un tono tranquilo, esperando obtener una respuesta aceptable o se encargara de destruir este peño intento de bosque.

-Por la forma desesperada en la que los intentas localizar, es obvio que no debe tratarse de sus almas lo que buscas... entonces es imposible que se encuentren en este lugar, solo en la Sinif Anoz, es el único punto en el que la carne puede sobrevivir por un tiempo- mencionó el ente espiritual con tranquilidad, aclarando las dudas de la ubicación en donde se deben encontrar la familia y amigos de Zokial, y al parecer aún debe tener tiempo, sino no se lo hubiese aclarado este ser.

-¿Cómo llego a ellos? –cuestionó el joven de cabellera rubia con un tono tranquilo, a la vez que se sienta a un lado del ente cadavérico.

-Lo siento, pero es imposible que algo como tú pueda llegar hasta el Sinif Anoz, es el punto más profundo del infierno, además de ser donde mora el caído... para llegar hasta ahí tendrías que descender por todo el infierno hasta llegar ahí, superando a todos los demonios que se crucen y a los guardianes de cada puerta- explicó el condenado conservando su tranquilidad, aunque sus palabras no fueron del todo agradables para Zokial, ya que el hecho de que lo estén subestimando de esta manera con el fin de hacerlo perder tiempo no le gusta.

-Da igual lo que se cruce, planeo llegar hasta ese punto, así que mejor responde y dime con exactitud lo que debo hacer- mencionó con indiferencia Tom, mientras ve de reojo su alrededor notando que los tipos de susurros cambiaron.

-Está claro que no comprendes donde estas, tal vez conozcas el nombre, y crees tener una idea por los relatos de los mortales... pero estan muy lejos de transmitir la realidad de este lugar... aunque no lo parezca en antaño este lugar estaba repleto de almas, condenados o no todo terminaba viniendo aquí, lleno de gritos, y suplicas, los demonios que viste, son solo sabuesos, mascotas destinadas a torturar a las almas del dominio a cargo del Señor de las Mentiras... para acceder a la siguiente sección debes superar al guardián de cada puerta, en esta zona es el Señor de las Mentiras... pero lo mismo debes hacer con las demas zonas... Aitirava... Alug... Odivil... Seitinges... Aidivni... Annog... Aibrepus... incluyendo a las legiones que los siguen, para luego llegar donde el caído... tal vez pudiste con un simple perro, mientras más cercano al caído, más poderoso el demonio- informó el ente con un tono serio intentando ahogar cualquier tipo de esperanza que pueda llegar a tener el joven de cabellera rubia de siquiera llegar a creer que va a poder conseguir superar esta zona, cuando a simple vista se puede comprender que no tiene ni la menor idea de adonde se dirige.

Demon God: The ProtectorWhere stories live. Discover now