La Maldicion

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Un joven se alejaba a escondidas del palacio, mirando a los guardias que pasaban con temor y sigilo. 

En un punto tenia que dar la vuelta en una esquina y escucho al grupo de generales que habían estado antes en presenciar del rey alejarse mientras discutían.

- "Matar al demonio alada", ¡JA! Decirlo es mas fácil que hacerlo.- Dijo uno con burla.

- Además ese maldito, no solo es poderoso, sino también esta respaldado por un ejercito de monstruos y espíritus.

-¿Espíritus?- Dijo uno con desconcierto, el sujeto pareció entender su desconcierto y rio.

-¿No lo sabes? En los ríos, lagos, incluso charcos, cerca del bosque o conectados al bosque, hay espíritus malignos.- Algunos rieron y asintieron, otros exclamaron sorprendidos.

- Creemos que protegen a las criaturas, en especial a esa bestia alada...-Dijo con asco.- A veces al bicho ese le gusta bañarse en la orilla de un rio que conecta con nuestro reino y cada vez que lo intentamos atacar con la guardia baja, una ráfaga de agua nos bloquea.

-Es realmente molesto, incluso esta vez que fuimos a atacar el bosque, no solo habían tropas en tierra, también intentamos entras por otro sectores, pero todos tenían masas de agua cerca, terminamos golpeados por ella, derribando las formaciones.

-Realmente molesto...- Bufaron. - ¿Y así desea que intentemos entrar al bosque y matar al demonio? Primero habría que bloquear esos espíritus, lo cual es mas trabajo que podría matarnos...

-No vale la pena.- Dijo lo ultimo con hastió.

Lan Qingheng se quedo callado esperando que pasaran de largo pero aun después se quedo quieto, mirando el suelo, pensando.

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Había entrado por el lugar que siempre pasaba cuando era niño

-¡ Wei Wuxian!..- Miraba a los arboles y las copas llenas de hojas- ¡¡Wei Wuxian!!- Estaba algo oscuro y no había señal ni siquiera de luciérnagas volando.

-Vaya... miren quien se digno a aparecer...- Escucho una voz desde un árbol, ahí estaba el joven descansando en una rama, quien sabe cuanto tiempo lo estuvo mirando. 

Lan Qingheng trago saliva nervioso, y sonrió.

- Se que no nos hemos visto en mucho tiempo...- Wei Wuxian alzo una ceja con una sonrisa algo divertida.- Pero esta sucediendo algo muy grave... vine a advertirte, ¡te van a cazar!

El lo miraba dudoso, pero pensativo.

-Por favor... créeme- Sonó suplicante, y preocupado.

Realmente había pasado mucho tiempo, Wei Wuxian aun guardaba un gran cariño por esta persona, lo conoció desde que era niño, le dio mas que su confianza en su momento.

Había sentido la presencia del humano atravesando el paramo y le dijo a su hermano que no enviara ningún espíritu guardián o de agua donde el estaba, conocía al hombre.

Su hermano no muy convencido acepto, y cumplió su palabra.

Wei Wuxian dudo... pero se relajo e inhalo, asintiendo.

Después de eso, Wei Wuxian decidió creerle, y conversaron de las amenazas que venían hasta llegar a los viejos tiempos. Parecía que no había pasado el tiempo, y el hombre de nuevo era un niño buscando atención, y Wei Wuxian riendo y agregando mas bobadas.

Estuvieron hablando hasta que anocheció.

El hada dormía contra el hombro de Lan Qingheng, el respiro temblorosamente. Saco de sus ropas una daga de hierro, sus pensamientos estaban determinados, sentía la tensión sobre sus hombros, alzo la daga sobre el pecho de la criatura. Wei Wuxian dormía plácidamente, relajado en paz. El confiaba. Era lo que mas le dolía.

Un Beso de Amor Verdadero (MDZS/MALEFICA)Where stories live. Discover now