ᴇᴘɪʟᴏɢᴏ

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"¡Bright Chiva-aree, es la cuarta vez que te digo que no metas la mano en el bowl de las galletas!".

"Pero es que la masa es lo mejor".

El Alfa hizo un exagerado puchero y miró a Win intentando parecer adorable.

"Eso no te va a funcionar". Dijo entre risas el Omega.

"Cierto, el único adorable aquí eres tú".

Bright tomó la cintura de su pareja y tiró de él hasta estrecharlo contra su cuerpo. Las mejillas de Win estaban sonrojadas, como cada vez que Bright le hacía un cumplido. No importaba el tiempo que pasara, Metawin Opas-iamkajorn seguía siendo el mismo Omega dulce que volvía loco a cierto Alfa cascarrabias. Sonreían mientras se miraban a los ojos con un amor tan profundo que no podía expresarse con palabras. Lentamente, Bright acortó la distancia hasta rozas sus labios con los de Win, siempre tan dulces y apetecibles. El beso empezó con calma, suavemente, los dos disfrutando del contacto, pero a Bright nunca le había gustado andarse con miramientos. Afianzó su agarre en la cintura y profundizó el beso, introduciendo su lengua en la boca de un Win que estaba apunto de explotar. Un gemido escapó de los labios del menor y Bright respondió gruñe do con satisfacción. Lentamente llevó sus grandes manos al culo de Win, liberando su cintura, amasando y disfrutando de aquella zona que tanto le gustaba del cuerpo de su pareja. ¿A quién iba a engañar? Todo en Win le volvía loco.

"Bright...".

"Dios, Metawinnie. Te quiero tanto". Medio gruñó.

"¡Iiiiiiugh! ¡Qué asco, qué asco! ¡Por favor, busquen un hotel!".

Un niño de doce años entró a la cocina, obligando a la pareja a separarse. Win rió tímidamente y Bright escondió el rostro en el cuello del Omega, intentando tranquilizarse. Otra vez sería.

"¡Oh, estás haciendo galletas!". Exclamó Mick emocionado.

Win asintió sonriente.

"Estaba a punto de llamarte para que echaras las chispitas de chocolate".

Bright sonrió, algunas cosas nunca cambiaban. Aún no conseguía explicarse cómo alguien de veintitrés años podía ser tan jodidamente adorable como lo era Win.

"¡Ey, pero no metas la mano a la masa!".

"¡Pero es que el lo mejor!".

Win suspiró resignado.

"De verdad que no tienen remedio ustedes dos".

Intentaba parecer enfadado, pero la suave sonrisa que asomaba de sus labios le delataba.

Bright rió suavemente contra el cuello del Omega. Aquellos eran los momentos que le hacían sentirse pleno, junto al amor de su vida y su pequeño cuñadito, en ocasiones incluso con su entrañable suegra. Hacía años que se había marchado de aquella cárcel que llamaba hoga y se había despedido de aquella mujer cuyo certificado de nacimiento aseguraba que era su madre. Se había alquilado un pequeño apartamento, aunque, a decir verdad, pasaba más tiempo en casa lo del Opas-iamkajorn que en su piso. Win cumplió su sueño de estudiar repostería y había conseguido un empleo en una coqueta dulceria de barrio, muy cerca de su casa. Bright estaba estudiando producción musical, intentando abrirse un hueco en la industria discográfica. Todo era tan perfecto que parecía un sueño.

Abrió los ojos y besó la marca que le hizo a Win seis años atrás, apenas una semana después de empezar a salir con él. Aquella marca que hacía su vínculo oficial, la marca que los unía para siempre.

"¿Cuánto van a tardar las galletas, Winnie?".

"Depende de cuánto tardes en recoger tu cuarto, señorito".

"¡Pero eso no es justo!".

Bright se separó de Win y miró a Mick. El preadolescente era la versión miniatura de su pareja, todo cachetes adorable y labios abultados que sobresalían más cuando hacía pucheros, como en aquel momento.

"La vida no es justa, chaval. Es hora de que vayas aprendiendolo". Bromeó Bright.

Mick rodó los ojos y sonrió antes de salir de la cocina rumbo a su cuarto. Era un gran niño, muy dulce y obediente. Había presentado como Beta a los nueve años.

Win se separó de Bright y continuó con el dulce.

Bright lo miró fascinado mientras Win trabajaba concentrado, algo de harina manchando sus mejillas, haciéndole ver jodidamente tierno. Bright suspiró y sonrió, llamando la atención de Win que le miró y sonrió de vuelta.

"¿Qué pasa?".

La sonrisa de Bright se ensanchó.

"Nada, simplemente... Soy feliz".

 Soy feliz"

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ɪɴᴛᴏᴄᴀʙʟᴇ |ʙʀɪɢʜᴛᴡɪɴ| ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ ✨Where stories live. Discover now