Capítulo 2

704 44 2
                                    



Pasaron unos días desde mi cumpleaños, sigo acostumbrándome a un nuevo ritmo de vida, el comiendo de mi vida adulta, momento en el cual empecé a tener otras responsabilidades, quiero buscar un trabajo a penas me acomode con todo.
Quién me sorprendió y me pidió de salir fue Benjamín, acepté y nerviosa les conté a mis mejores amigas.
-¿Tenes una cita hoy?-Peter se apareció solamente para molestarme.
-¿No te quedabas en lo de tu papá hoy?-lo interrumpí yo.
-Sí, pero decidí a último momento dormir acá, ¿acaso te importa? Digo, vivir en el mismo techo conmigo..-elevó sus cejas, vi su reflejo desde el espejo, volteé para quedarnos cara a cara- es obvio que te importa, soy una molestia..
-Sí, lo sos, pero en estos últimos tres años me acostumbré bastante a tenerte acá un día si y otro día no..-solté un suspiro- se me hace tarde
Agarré mi juego de llaves, estaba por irme cuando Peter vino detrás de mi.
¿Ahora qué?
-Tengo que llevarte yo, les conté a nuestras mamás que el día de tu cumpleaños tomaste mucho alcohol y me pidieron que si pensas tomar algo te lleve yo..-elevó sus cejas y me sonrió.
Lo miré fastidiada, ardida.
-Se olvidaron rápido de que quién chocó el auto fuiste vos-suspiré- vamos..
Muy de mala gana me senté en el asiento del acompañante, Peter me llevó hasta el restaurante.
-Yo vuelvo sola a casa, ni te hubieses gastado en dejarme acá, tal vez vuelva mañana, no lo se..
-Te paso a buscar a las doce de la noche-me respondió sin dejarme responder, se desapareció de mi vista.
Finalmente entré al restaurante y Benjamín se alegró de verme.
-¡Hola!-besó mi mejilla y eso me puso nerviosa, me senté frente a él- fue lindo haber podido ir a tu cumpleaños, gracias a eso me animé a invitarte a comer algo conmigo
-Lo mismo digo.. Lindo encuentro-asentí con la cabeza-¿que hay de nuevo en tu vida?
-Estoy estudiando el profesorado de música, me gusta-me sonrió.
-Siempre cantaste bien..
-¿Gracias?-él me sonrió y ambos nos reímos juntos.
Cenamos juntos, tomando cerveza y recordando anécdotas de la primaria, la secundario, nos conocíamos desde toda una vida, pero no del todo, fue una buena oportunidad para conocernos más.
Me subí al auto de Benjamín dispuesto a irme con él y me besó, sí, llegó el tan ansiado beso, el que siempre soñé, me dejé llevar y le pedí que avanzara el auto para ir a su casa.
Cuando bajé del auto dispuesta a seguirlo escuché la bocina, cuando volteé era Peter con el auto.
Me sentí muy avergonzada por la situación, le hice señas para que se fuera, estaba arruinando mi noche.
-¡Te vas!-me acerqué hasta la ventanilla.
-¿Seguro no queres volverte conmigo? Podes pasarlo mejor en casa..-elevó sus cejas de manera.. ¿Coqueto? ¿Coqueto?
Eso me dejó desconcertada por un segundo.
-Lali, ¿venís?-Benjamín me hizo esa pregunta y terminé asintiendo con la cabeza para después alejarme de Peter.
Cuando subimos por el ascensor y supuse que todo iba a ser pura pasión no pude disfrutarlo porque tenía la cabeza en otro lado, Juan Pedro había seguido al auto de Benjamín solo para aparecerse y molestarme.

Un mes después..

Agradecí el que sea Sábado por la mañana, me desperté al lado de Benjamín, hace un mes que salimos, no somos novios oficiales, pero ambos no vemos a otras personas.
-Hola novio de Lali-Peter lo saludó entrando también a la cocina, los tres nos sentamos alrededor de la mesada.
-¿No tenes algo que hacer ahora mismo?-le lancé una mirada a Peter que se rió-¿qué?
-Son las diez de la mañana, un Sábado, ¿queres la casa para vos sola para tener un mañanero?-él elevó sus cejas entre risas.
-Ey, no la molestes-Benjamín me molesto-¿te molestaría si quisiera eso? Podes irte si te molesta..
-Primero es mi casa, segundo no pienso moverme de acá-miró desafiante a Benjamín.
Ambos ignoramos a Peter, subimos a desayunar a mi habitación.

Cuando Benjamín se fue a seguir disfrutando su Sábado decidí darme una ducha.
-¡Peter! ¿Me traes una toalla?-le grité desde el baño.
-No escucho-se hizo el tarado.
-Una toalla-volví a gritarle.
-¿Qué?-se hizo el desentendido.
-Sos un idiota, infantil
-¿Que soy infantil?-claramente sí me estaba escuchando bien.
-No sé que ganas con esto.. Ahora pienso usar tu toalla-cerré la canilla de la ducha y me envolví en su toalla.
Cuando salí del baño él estaba en el pasillo mirándome, otra vez bloqueando la puerta de mi habitación.
-¿Qué te pasa ahora? Sos un dolor de cabeza constante que nunca se va, ¿no podes hacer mis días más leves? Vivimos parte del tiempo en una misma casa, compartimos una hermana.. Intentá llevarte bien conmigo, propongo de mi parte también poner voluntad en eso..-asentí con la cabeza.
Peter me dejó pasar, cuando iba a cerrar la puerta sin querer se la cerré en la cara.
-¡Ay Lali!-él se quejó, la abrí rápidamente y vi que le empezaba a sangrar la nariz, corrí al baño y busqué algodón, también alcohol, le limpié la cara y nos quedamos mirándonos a los ojos.
-Gracias...-me dijo las palabras que siempre lo le costaba decirme, acomodó parte de mi pelo detrás de mi oreja y se acercó aún más a mi cara, estaba reprimiéndose a decirme algo, cuando recordé que estaba envuelta en una toalla sin nada abajo iba a alejarme pero me agarró de la cintura.
-¿Te pasa algo Peter?-fui directa, él no me respondió, se lanzó a mi boca tomándome por sorpresa, al principio luché para que se separara, pero después me rendí, jamás creí que iba a ser capaz de algo así, nunca lo esperé, nunca lo vi venir.
Me soltó bruscamente y se fue.. ¿Enojado con él mismo?
Cerré la puerta de mi habitación sintiéndome aturdida.
¿Qué había sido eso?

Pasaron tres horas y no pude dejar de pensar en lo que pasó, después pasó que Peter se fue, abandonó nuestra casa para irse por hay, por la noche no volvió.
Mis amigas vinieron a comer pizza a mi casa, mi mamá y Roberta salieron juntas a cenar junto a Julieta y algunas de sus compañeritas, las llevaron al shopping, al cine y a un patio de comidas
-Tierra llamando a Lali-Eugenia interrumpió mis pensamientos-¿en que estas pensando? Cande acaba de preguntarte si ya te pusiste de novia
-Yo... Peter me besó...-tuve que soltarlo porque necesitaba hablar con alguien.
-¿Peter Lanzani? ¿El Peter que habita esta casa?-Candela me miró sorprendida.
Asentí con la cabeza poniéndome nerviosa.
-Te lo dije boluda, nunca tuvo mala onda con vos, se debe querer matar de que sos intocable-Eugenia me intentó abrir los ojos-¿que hiciste?
-Me quedé.. Me quedé medio en estado de shock.. No puede hacer nada...-agarré mi botella de cerveza y tomé- seguro se fue a la casa de su papá, espero que no vuelva hasta dentro de unos días
-Lali.. La, ¿te pasó algo con lo de Peter?-Candela me miró a los ojos-¿te pasó algo como te pasa con Benjamín?
-No.. No lo sé.. Solo sigo sorprendida..-suspiré- no lo sé.. Lo último que me falta es confundirme con Juan Pedro, lo último
Negué con la cabeza y de la ansiedad me comí otra porción de pizza.

Ensamblados Where stories live. Discover now