Capítulo 11

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Xiao Zhan

Cuando me desperté me encontré en una habitación, en un dormitorio, me encontraba en mitad de una cama que no conocía, en una habitación que no conocía de alguna casa que no conocía, a saber dónde.

No estaba atado, eso es buena señal ¿No? Me levante y puse la oreja en la puerta, no logre escuchar nada. No sabía qué hacer, si salir y jugármelo o quedarme a esperar. Si me han tenido que golpear y secuestrar no creo que sean buenas personas.

Registre la habitación con la mirada, no había nada que pudiera hacer aquí, así que decidí mirar por la ventana no había nadie abajo, un tercer piso, opción saltar descartó, pero vi una enredadera de madera que bajaba hasta el segundo piso.

Salte la valla del balcón y empecé a bajar por la enredadera y poco a poco me asome para ver a donde daba, parecía un salón, no había nadie así que salte la valla del balcón y entre al salón.

La sala era bastante grande, es el típico salón con sofás, televisión y poca cosa más, no había decoración, así que no había fotos de nadie y no podía saber de quién era la casa, cosa que me frustro porque quiero saber quién tiene algo tan grave contra mí como para querer secuestrarme.

No habrá sido Yibo ¿No? Para que no le rechace me secuestro y así podrá morderme. No puede ser porque lo he visto irse y a los segundos me golpearon, ¿y si es que mando secuestrarme a uno de los de su manada? Esta situación me está superando.

Me acerque a la puerta para ver si podía escuchar alguna cosa, pero con el mismo resultado que antes, nada de nada.

Decidí abrir la puerta ya que no se escuchaba nada, cogí el pomo y lo gire muy a poco a poco, justo cuando iba a tirar de la puerta para abrirlo poco a poco. Se escuchó un portazo en el piso de abajo y un montón de gritos que no entendí, así que cerré otra vez la puerta.

Seguí poniendo la oreja en la puerta, se escuchaba mucho ajetreo en el piso de abajo, parecían que había una guerra de fieras. Sentía tanto miedo, que mis piernas empezaron a temblar, y mi corazón latía a un ritmo loco.

Escuche como la pelea iba subiendo hacia el segundo piso, corrí hacia el balcón para volver a la habitación y esconderme allí. Cuando iba pasar la valla del balcón mi pie se resbalo y gracias a que me agarre a uno de los barrotes no caí al suelo, quedándome colgado por la fachada de la casa. Me agarraba todo lo fuerte que podía al barrote, cerrando los ojos no queriendo ver cómo podía acabar la cosa si me soltaba y caía.

- ¿Xiao Zhan? ¿Dónde estás, Xiao Zhan? – se escuchaba gritar, desde el salón.

Yo no conteste ya que por la adrenalina que corría por mi cuerpo me dedique a concentrarme en agarrarme fuerte.

- Xiao Zhan soy Wang Yibo, sé que estas aquí puedo sentirte. No te escondas, todo ha acabado – gritaba rebuscando en el salón.

- En el balcón – susurre.

Debió escucharme porque escuche como salía corriendo al balcón, yo no lo podía ver porque aún tenía los ojos cerrados.

- ¡Xiao Zhan! ¿Cómo has llegado ahí? -me grito.

- ¿Qué clase de pregunta es esa? Acaso ¿Te piensas que estoy aquí por gusto, imbécil?

- Tranquilo te voy a coger los brazos y te subo.

Se asomó, me agarro de los brazos y empezó a tirar de mi a pulso hacia arriba. Me solté de los barrotes para agarrarme a sus brazos y abrir los ojos. En un momento estaba de pie en el balcón, pero las piernas me temblaban tanto que me hubiera caído al suelo si no hubiera estado Yibo abrazándome con un brazo y el otro en mi cabeza.

- ¿Estas bien? – me pregunto susurrando en el oído, mientras me abrazaba.

Asentí con la cabeza, que lo tenía apoyado en su pecho.

- ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos? –pregunte sin levantar la cabeza.

- Vámonos, te explico por el camino.

Me cogió al estilo princesa, camino hacia a dentro de la sala, nada más llegar a las escaleras, para bajar al primer piso, vino un olor desagradable muy fuerte. Me quede pálido al ver de dónde venía ese olor, el suelo estaba lleno de sangre y gente muerta, eso era una carnicería, no reconocía a nadie.

- ¿Qué ha pasado? – Pregunte con miedo.

- No mires, pon tu cara en mí.

Gire la mirada hacia Yibo, estaba tan serio que daba hasta miedo, así que hice lo que me pidió, cerré los ojos y me apoye en su hombro escondiendo la cara en su cuello. Salimos de esa casa y se internó en el bosque, no dejo de caminar ni me bajo.

- Puedes bajarme, estarás cansado de llevarme tanto rato – digo después de un rato, separando la cara del cuello.

- Te recuerdo que soy un hombre lobo y tengo mucha más fuerza que un humano – dice con media sonrisa en el rostro.

- ¿Cómo sabias donde estaba? –pregunte curioso.

- Esta mañana te he llamado para...- se quedó callado, y se puso rojo.

- ¿Para qué?

- Para escuchar tu voz – dijo de manera rápido, me hizo sonreír - el caso es que contestaste a la llamada pero no dijiste nada y colgaste, y volví a llamar pero no lo cogías.

- No puede ser porque a mí me llevaron por la noche así que no tenía el móvil.

- Ha sido tu hermano, está en tu casa.

- ¿Cómo? – pregunte medio chillando.

- Dijo que le llamaste ayer muy tarde y vino corriendo al escuchar que te pasaba algo.

- No me acordaba, debe de estar muy preocupado.

- Tanto como yo. Me ha enseñado un mechero de la manada Wen y he venido corriendo lo más rápido posible.

- ¿Y mi hermano ha venido?

- No, lo he dejado en tu casa con Hao Xuan, quería venir conmigo a buscarte, pero sabía que esto era demasiado peligroso.

- Gracias por todo – le dije sinceramente.

- Sabes que haría cualquier cosa por ti.

- ¿Sabes quién ha sido?

- Sí, ha sido He Peng.

- Pero esa no es su casa.

- Es de alguien de su manada, están cabreados conmigo por lo que paso en la fiesta, He Peng habrá averiguado que eres mi mate y te ha secuestrado para hacerme daño.

- ¿Le has matado? – pregunte con miedo.

- No estaba allí, pero si hubiera estado lo habría hecho sin dudarlo. No tardara en enterarse que te he sacado de allí.

- Que lio...y... ¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Volverán a por mí?

Mi ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora