-Cuida de ella.-Dice Kisaki, mirando a Hanma.-No quiero ver ni un rasguño en alguna parte de su cuerpo o mueres.
-Claro, no hay problema, esa chica es un tanto tímida.-Responde despreocupado.-Será fácil mantenerla a raya.
Kisaki, asiente y vuelve a prestarle suma atención a los papeles en el escritorio. Hanma, se levanta de y sale de ahí, era hora de divertirse con la chica, se le forma una sonrisa.
...
Kisaki, acomoda la corbata y mira hacia la sala, dónde se encuentra Hanma sentando en un sillón individual y la chica en el más grande, a varios metros de distancia del tatuado. Esa chica parecía no darle problema alguno, no hablaba mucho, acataba las órdenes de Hanma y Kisaki, no se oponía a comer u algo que demostrara que la chica es un fastidio.
-Hey, tráeme un vaso de jugo.-ordena Hanma, sin despegar la vista del celular.
-No.-Responde la joven, con la mirada baja.
Hanma, deja de lado el celular y se acerca a la chica.
-He dicho que me traigas un vaso de jugo.-Posa su mano en las piernas desnudas de la chica.
-Tu mismo puedes hacerlo, déjala en paz no es tu sirvienta.-Habla Kisaki desde su lugar.-Linda, ven aqui.-Se dirige a la chica.
Hanma de mala gana retira su mano de ahí y se deja caer en el sillón, soltando un suspiro de fastidio. La chica, se levanta y se acerca a Kisaki.
-No tienes que obedecer las órdenes de ese idiota, solo cuando estoy yo.-La toma del menton y la mira.-No tienes que tenerme miedo, no te haré daño.
La chica, asiente y le sonríe.
Su sonrisa, esa maldita sonrisa lo tiene loco, desearía poder besarla, pero no quiere asustarla más de lo que está en estos momentos.
-Esta bien, ya me tengo que ir.-Deja un beso en la frente de la chica.
Hanma, asiente sin mucha importancia y vuelve a su celular, se concentra en no perder la partida del juego, le había costado poder llegar.
-Estoy aburrido.-Exclama Hanma, luego de perder en el juego.
-Yo también.
La chica se acerca y se deja caer al lado de Hanma.
Los dos se mantienen en silencio y miran un punto fijo en la pared.
-¿Pelea de gatas?-Habla Hanma, rompiendo el silencio.
-Esta bien.
La chica no deja reaccionar a Hanma y lo toma de los pelos, se sube encima suyo para poder sostener más tiempo el cabello del hombre, siente como Hanma también la agarra de los pelos.
-¡Más suave!-Exclama la joven, mirando a Hanma.
-¡No! ¡Hay que hacerlo bien o no es divertido!-Exclama Hanma, atrayendola hacia él, para no dejarla caer.
Así estuvieron varios minutos más, cambiaron de posición, de vez en cuando se soltaban y al segundo se volvían a agarrar de los pelos, gritos, gemidos y insultos se escuchaban por toda la casa.
-¡¿Qué mierda hacen?!-Exclama Kisaki, desde la entrada.
Hanma, suelta los cabellos de la chica, pero ella no suelta a Hanma, su posición no era muy inocente que digamos, parecía que estaban haciendo otras cosas. Hanma abre los ojos sorprendido al ver que Kisaki tiene en mano su pistola, lo iba a matar.
-¿Me ibas a matar por qué creías que estaba cogiendo con ella?-Pregunta Hanma sorprendido.
-Sí, se escuchaban sus gemidos desde afuera, cualquiera pensaria que lo estaban haciendo.-Kisaki le pone el seguro y guarda el arma.
-Nena, ya suéltame.-Baja la cabeza y le sonríe de lado.
La chica avergonzada lo suelta y sale de ahí rápido, vuelve a la posición de antes, pero está vez sin bajar la cabeza, teniendo los ojos fijos en Kisaki.
-¿Estoy en problemas verdad?-Pregunta la chica.
-No, solo estaban jugando.-Kisaki le sonríe y se va a la cocina.-¡Pero si lo llegan a hacer los mataré a los dos!
