Capítulo 2-Primera Impresión

1.4K 243 11
                                    

Narra Seokjin

Abrí los ojos encontrándome en una habitación totalmente blanca. Miré mi cuerpo ahora abrigado por un polar de color negro y unos pantalones deportivos debajo de una frazada colocada delicadamente sobre mi cuerpo.

Un quejido salió de mis labios al intentar sentarme.

—Oh no cariño, no te recomendaría hacer eso— me sobresalté al ver a una mujer parada en la puerta —¿Te sientes bien?— se acercó a mi, en seguida logré identificarla como una bruja.

—S..si— tartamudeé. Ella sonrió y se sentó a mi lado.

—Eres adorable, pero...ahora debo dejar entrara al gruñón que está hace cuatro horas esperando por ti afuera— dijo emocionada saliendo por la puerta.

Yo no entendía nada, lo último que recuerdo es sentir el olor más exquisito de toda mi vida y unos maravillosos ojos verdes que me trasmitieron tranquilidad antes de desmayarme.

De pronto ese olor volvió y mi cuerpo se paralizó al ver un hombre entrar, su aurora me indicaba que era un Alpha, su cuerpo era impresionante. Comenzaba con un par de ojos verdes para bajar a una nariz ni tan pequeña ni tan grande y una espléndida sonrisa de conejo adornada por un par de tiernos hoyuelos. Llevaba puesto un polar igual al mio pero de color azul oscuro dejando ver por debajo de este su marcado torso y musculosos brazos.

Su presencia erizó mi piel y en ese momento me di cuenta de que el Alpha era mi compañero.

—¿Estás mejor?— preguntó el Alpha. Aún no podía creer que había encontrado a mi mate.

Asentí levemente y miré mis manos vendadas.

—Soy Jungkook— dijo cauteloso avanzando unos pasos hacia la camilla.

—Seokjin— susurré amenazante. No me gustaba que me trataran de idiota.

Jungkook caminó hacia mi y una nueva sensación me invadió, una sensación de calor y acogida me envolvieron. Jungkook se detuvo a mi lado y tomó mi mano enviando descargas a nuestros cuerpos. Rápidamente las separé, esto no estaba bien, cuando me recupere debería irme, seguir huyendo.

—No me toques— gruñí. Su rostro cambió de confusión a sorpresa.

—Eres mío, por más que no lo quieras no te dejaré ir solo— sus labios rozaron mi mejilla acelerando mi corazón.

—No puedo estar con nadie, debo ir cuanto antes— lo miré a los ojos.

Sus manos subieron a mis mejillas y apoyo su frente en la mía, aspiré su olor masculino y levanté mi cabeza para rozar nuestras narices.

—Yo te voy a cuidar, desde ahora este es tu hogar lobo negro. No tienes nada de que temer, ya no.—

My black wolf || KookJinWhere stories live. Discover now