𝟷𝟼

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[PVD Rei]

Durante todo el trayecto intenté encontrar un momento para hablar con Hinata.

Necesitaba decirle lo que había encontrado.

Pero tenía que ser discreta.

Había decidido decirle a Hinata porque confiaba en el, sabía que el iba siempre a por todas y que haría todo por ganar.

Le había visto quedarse después de los entrenamientos y practicar hasta no poder moverse del agotamiento. Sabía que el era la persona adecuada.

Pero tenía que ser discreta.

Tenía consciencia de que lo que planeaba hacer no estaba bien pero tenía que ayudar al equipo.

Hasta que, poco después de llegar, cuando los chicos se estaban preparando antes de ir a calentarse encontré el momento ideal.

Hinata estaba solo, seguramente estaría estresándose un poco. Me dirigí firmemente hacia el. Le iba a decir y así ayudar al equipo.

-Iwaizumi.

Me volteé a ver por costumbre.

Ese había sido mi apellido durante toda mi vida, solo había usado Nashira desde que estaba en Karasuno.

Pero al reconocer la voz de quien me había llamado ya era demasiado tarde.

-U-Ukai-san....

-Sígueme un momento- me dijo antes de girarse a los des equipo-Ustedes vayan a calentarse. ¡No quiero que nadie se haga daño durante el partido así que hagan los calentamientos como debe ser!

Seguí silenciosamente al entrenador. Estaba cagada del miedo.

No sabía que podían ser las consecuencias. ¿Sería expulsada del equipo?

Sabía que Kenji había sido expulsado una vez porque había provocado a sus oponentes cosa que el entrenador le había prohibido hacer. El había sido simplemente sacado del equipo.

Y era lo que menos quería.

El entrenador me hizo entrar en al vestuario de los chicos.

Me hizo gracia ver los desordenadlo que estaba. Solo con el desorden o la forma de colocar las cosas podía deducir quien se sentaba en cada lugar.

-¿Y bien?- me preguntó el.

-...-No sabía sobre que disculparme primero. Si hacerlo sobre el hecho de haber mirado el vídeo cuando el me había dicho claramente de no hacerlo o sobre el hecho de que había escondido mi verdadera identidad.

El que entrenador suspiró.

-La primera vez que te vi pensé que te precias mucho a una jugadora de volei que causaba furor en Tokio. Una chica de largo cabello rubio, que se distinguía de las demás por su apariencia frágil y delicada. Pero que, cuando recibía un pase, saltaba ágilmente y golpeaba la pelota marcando en casi todas las ocasiones. Una jugadora que no solo se destacaba en el ataque si no que también por sus recepciones y servicios. Pero que, después de una pequeña derrota desapareció totalmente del mundo del voleibol. Sin dejar rastro alguno.

El miedo de perder | Haikyū!!!Место, где живут истории. Откройте их для себя