𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆 ┊ Souta Kawata. ☑

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𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆

Cuando estuvimos listos, solté la mano de Angry, levantándome, Yuka y yo caminamos juntas mientras los gemelos venían detrás nuestras, en eso no me fijé por delante y choqué con alguien, alcé la mirada encontrándome con Mako.

— Oh perdóname Mae, no te vi. — Sonrió con ironía, iba a decir algo pero entonces ella derramó el jugo que tenía en mi camisa, como era de fresa, se hizo notoria al instante. — Ups que torpe soy jajaja

Se fue mientras reía a carcajadas, sus compañeras la imitaron, suspiré.

— Maldita Mako, ahora si me va a escuchar. — Quiso ir Yuka pero la detuve.

— No tiene caso, vamos, pasaré a cambiarme.

No podía montar alboroto en la cafetería, habían algunos profesores alrededor, aunque claro, estaban distraídos pero si ven alboroto me meteré en problemas. Los chicos decidieron acompañarnos, por suerte Yuka tenía una blusa extra así que me metí al vestidor mientras los otros esperaban afuera. Me cambié con calma, luego salí.

— Joder Yuka, tu blusa aprieta mis pechos, es tu culpa por tener limones. — Regañé a Yuka sin importar que los chicos escucharan.

Era cierto, mis pechos eran más grandes que los de Yuka y la blusa apretaba, los botones se veían tirantes.

— No es mi culpa que tengas melones tarada, te envidio sabes. — Reprochó.

— Chicas por favor, no hablen de tamaño frente a nosotros. — Se quejó Smiley.

Yuka y yo lo miramos, este tenía un sonrojo y Angry estaba dando la espalda mientras cubría su rostro con sus manos, ambas reímos por ello, terminé por colocarme la chaqueta, abrochandola.

— Si se rompe la camisa, quedaré en brasier, ya saben. — Advertí, los chicos volvieron a ruborizarse.

— A-Angry mejor dale tu chaqueta, es más grande y no se le verá nada. — Suspiró Smiley.

Sin reproche Angry me la dio, así que me cambié, me quedaba grande, esto evitaría que no se me viera nada, al colocármela pude sentir su perfume, no me incomodó, me gustaba como olía.

Finalmente volvimos al salón, Angry se fue al suyo, la campana sonó a tiempo y la maestra apareció, sin esperar sacó sus cosas para dar la última clase.

Los minutos pasaban, en el pizarron cada vez habían más ejercicios por resolver, estábamos pasando nueva ecuación así que aquello era necesario, bostecé, cubriendo mis labios con mi mano izquierda, la última clase siempre era aburrida, ya quería irme a casa cuanto antes.

La campana volvió a sonar, la maestra no dejó tarea y eso me relajaba, salimos, seguido Angry nos alcanzó, salimos del edificio y los chicos fueron por sus motos para acercarse.

— ¿Hoy si te irás con Angry? Me preocupas Mae. — Preguntó Yuka.

— Si lo haré, no tengo nada más que hacer. — Me encogí de hombros.

Cuando estuvo cerca, me subí y me despedí de los otros dos. El trayecto a casa fue en silencio, pensaba en que llegaríamos pronto pero nos detuvimos en el mismo parque, lo cual me extrañó.

— Lamento la parada aquí pero necesito hablar contigo. — Explicó Angry.

Le resté importancia y me bajé de la moto, acercándome al banco, Angry acomodó la moto y vino conmigo, se veía nervioso.