𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 | ❝ Soy feliz manteniéndote estancada entre mis dientes. Y no hay nada que pueda hacer al respecto ❞
𝐀𝐊𝐈𝐋𝐀 era ruidosa, ella era sonrisas y alegrías. No le importaba expresar lo que pensaba o sentía. Era un alma libre que na...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
⟪ CAPÍTULO CINCO ⟫
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Alec recorría el instituto para ir hasta su habitación cuando su hermana lo detuvo, informándole que Clary había tenido una pesadilla y muy probable Jace haría una reunión, la azabache queriendo que su hermano tuviera interacción con su amiga; desapareció en cuanto le dijo a su hermano que le avisara a la egipcia.
El hombre, soltando un suspiro de frustración giró sobre sus talones yendo por otro pasillo hacia la habitación de Akila, tocando numerosas veces la puerta sin obtener respuesta.
—¡Libre soy, libre soy, no puedo ocultarlo más! —Alec se quedó quieto en su lugar cuando al abrir ella puerta se encontró con la imagen de la egipcia cantando mientras desempacaba—. ¡Libre soy, libre soy, libertad sin vuelta atr- AAAAAHHHH! —gritó cuando notó la presencia del shadowhunter.
Akila tiró su celular a quien sabe donde, apagando la música al instante que este chocó contra la cabecera de su cama.
—¿No conoces "libre soy" de Frozen? —vió como él negaba con la cabeza—. Te falta cultura, hombre.
—En fin, solo venía a avisarte que la mundana tuvo una pesadilla, entonces posiblemente tengamos reunión —explicó brevemente, callándose cuando vió como Akila comenzaba a buscar algo entre sus cajones—. ¿Qué buscas?
—Solo cállate y mira en esa bolsa —señaló una cartera gigante—. Por favor —sonrío angelicalmente.
Alec blanqueó los ojos, pero aún así fue a buscar quien sabe que cosa.
—¿Qué buscamos exactamente...?
—¡Lo encontré! —gritó contenta, levantando en su mano un cupcake de chocolate—. Mi precioso y hermoso —miró como si fuera lo más hermoso del mundo.
—¿Comida? ¿en serio? —resopló, caminando hasta ella.
—Se lo llevaré a Clary. Mi mamá cada que tenía una pesadilla me llevaba un cupcake de chocolate —explicó—. Tal vez a ella también le gusten, ¿crees que le gusten?
