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Que ilusa fui al pensar en ese momento que no lo subiría, una semana después estaba en mi habitación de la residencia encerrada, porque si salía a la calle la gente se reían de mí, pero que mierda he hecho yo mundo para que me odies tanto?!.

De hecho ni siquiera había ido a los primeros días de clase, pero ese lunes decidí que tenía que ir si o si.

Así que hay estaba yo, en un pasillo lleno de universitarios que se reían de mi, aunque intente hacerme como que me daba igual por dentro estaba pensando las miles de formas de tortura que podría hacerle al dios moja bragas del avión.

Cuando estaba a punto de entrar a mi primera clase una chica se paró delante mío y me pregunto:

- Eres tu la chica esa del avión, verdad?

- Que??? NOOOOOOO, es mi prima lejana, pero nunca he hablado con ella - Mierda Jane, eso no te lo has creído ni tu - Eeee ella es de Rusia, si, y..y upps mira qué tarde, ADIOS!

Por si no se había notado lo de mentir y buscar excusas no era lo mío.

Para mi suerte, cuando entré al salón apenas había nadie, así que pude elegir el sitio que yo quería, atrás del todo.

Poco a poco empezó a llegar gente y la clase se fue llenando, y a que no adivinas?

Nadie se sentó a mi lado, por lo menos no porque quisiera.

Al lado mío se había sentado una chica a la que el profesor había obligado por llegar tarde, ella ni siquiera se había presentado a pesar de que yo sí lo había hecho, encima de todo había intentado ser amable con ella.

Y yo nunca soy amable con nadie

NUNCA.

La clase transcurrió aburrida y lenta, por dios, casi me dormí allí mismo!!! Podrían, yo que se, dejarnos vivir la vida en paz, si ellos supiesen la pereza que me daba, y me da a mi levantarme a las siete de la mañana.

Pero en fin...la vida.

Después de esa clase vino la siguiente, y otra más hasta que pude pararme a descansar y comprarme algo en la cafetería, que como de costumbre (según la camarera) estaba a reventar, no cabía ninguna persona más.

Intenté buscar una mesa libre, y para mi suerte encontré una que estaba muy escondida al fondo.

Me acomodé en la silla y empecé a comerme el trozo de tarta de chocolate que me había comprado.

El chocolate es mi pasión, vivo por él.

Al cabo de unos 20 minutos decidí volver hacia el edificio central de la universidad, pero algo me frenó de lleno, algo no, alguien.

Alguien al que me apetecía estrangular.

Esto tenía que ser una alucinación, si tenía que ser eso, me estaba volviendo loca

Jayden, el de el avión.

El moja bragas.

El imbécil al que quería matar.

Estaba ahí, apenas a dos metros de mi, menos mal que él no se había dado cuenta de mi presencia.

Tenía dos opciones:

1º Acercarme a él y pegarle una paliza.

2º Salir corriendo.

y como la cagada de mierda que era, opte por la segunda, en plan, quien no? no me apetecía volver ha hacer el ridículo

Pero para mi desgracia él de repente se giró e hizo contacto visual conmigo.

Oh, mierda, y encima sonrió.

YO NO SOY ESA!!!!Where stories live. Discover now