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- NO QUIERO!!! - Le grité a mi madre.

- Venga Jane, no te comportes como una cría, es solo un pequeño favor.

Un pequeño favor? Ja, estas mujer estaba loca.

- Pero tu te estas oyendo, yo, Jane, la persona más irresponsable del mundo, cuidando a un bebe? No pienso hacer de niñera. - Ni de coña.

- Pero si siempre te han gustado los niños - Me reprochó ella.

- Me gusta verlos, pero no soportarlos, un bebe está bien por cinco minutos, ya luego no quiero saber nada más. - Mi madre me miró con mala cara.

- Jane, o lo haces o lo haces, no me vale un no por respuesta - Tenía ganas de lanzarme por la ventana, pero luego me acordaba que estaba en el primer piso y que no me moriría.

- Mamá, ni siquiera soy capaz de cuidar una mascota, ¿te acuerdas del señor bigotes, el hámster ese que tuve? no me duró vivo ni una semana vivo. - Se me olvido darle de comer, admito la culpa.

Siempre te recordaré señor bigotes, quiero que sepas que incluso fui a la comisaría para entregarme como asesina, pero solo se rieron de mi y mi madre luego me dio con la chancla.

- Cariño, tenías ocho años, ahora ya tienes casi treinta años, eres una adulta. - ¡¡¡NO SE SABÍA NI MI EDAD!!! En ese momento parecía un dragón echando fuego por la boca.

- diecinueve mamá, tengo diecinueve años.

- Lo mismo es. Por cierto, la vecina te dejará al niño dentro de cinco minutos, ADIOS!!! - Y salió corriendo.

PERO SERÁ!!! Yo no tenía paciencia!!! Ni siquiera me soportaba a mi misma.

Bueno, mejor pensar de forma positiva, quizá mi madre cuando dijo un bebe se refería a un adolescente, hay veces que los padres o madres los siguen llamando así aun teniendo cincuenta años.

Bah, eso no me lo creía ni yo.

O si.

Aunque no se yo que es peor, un adolescente o un mocoso llorón.

Definitivamente el mocoso llorón es mejor.

Mientras tenía ese debate interno llamaron al timbre.

Adiós tranquilidad, bienvenido infierno.

Cuando abrí la puerta encontré a la vecina de al lado con un bebe entre los brazos, que por cierto estaba llorando - Imagínense mi cara con una sonrisa de psicópata asesino personas pesadas-.

- Toma, vendré en tres horas - Me dio al niño (del cual ni siquiera sabía el nombre) y se largó. No pude decirle ni hola.

Fui hacia la sala de estar con el niño llorando, al mismo tiempo que me lo había dado a él, había dejado una bolsa con comida y pañales en el suelo.

- Bueno niño sin nombre, a ver si dejas de llorar, eh, niño, pero no llores aun mas - QUE IBA A HACER???.

Pensé en que el niño quizá tenía hambre por lo que procedí a hacer la comida rara, que eran...polvos???

Hay que ver que comida le daban a los niños, así que salían tontos.

Eché los polvos solos en un cuenco y comencé a intentar dárselos, que raro, no se los quería comer.

En uno de los intentos el niño estornudó y todo el polvete fue hacia mi cara y parte de la camiseta, si ese niño hubiese sido mi hijo, lo habría dado en adopción, ¿como mierda podía soportar su madre a este niñato las veinticuatro horas del día?.

YO NO SOY ESA!!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora