Deal | winrina

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—¿Tan poco te quieres, Minjeong?

—Ya vale Ning. Tenía que intentarlo de alguna manera. Yo solo quiero que pase tiempo conmigo para que vea que soy buena, incluso más que mi hermana. Que puedo ser una buena novia.

—Minjeong, pero a ella...

—Que sí, que le gusta Jiwon, ya. Pero era la única manera de que me hiciera caso.

—¿Cual es tu plan? —Minjeong dejó la mochila sobre la cama de su habitación y miró a Ningning, que se acababa de sentar en la silla del escritorio.

—Enamorarla. Enamorarla tanto que se olvide de mi hermana.

—Minjeong...

—¡Puede pasar! Yo no pierdo la esperanza. Y si no sucede sé que lo voy a pasar mal, y que probablemente tenga que cumplir el trato porque soy una persona de palabra, pero es mi única oportunidad Ning.

—Esta bien Minjeong... Yo lo único que no quiero es que sufras.

—Lo sé, y por eso te quiero —Minjeong se acercó a Ningning y le dio un beso en la sien.

—Por cierto, ¿tu hermana sabe algo?

—¿Del trato? No. Si ella se enterara de que he hecho esto no me habría dejado hacerlo.

—Pero ella sabe que te gusta Karina. Si el trato no saliera... ¿cómo vas a hacer que ella y ...

—No quiero pensar en ello —interrumpió—, prefiero que no suceda. Ya veré que pasa dentro de un mes.

—Tienes mucha confianza en ti misma, ¿eh? —Ningning rió.

—Si no la tengo yo quién la va a tener —Minjeong sonrió.

***

Karina le explicó a Giselle todo lo hablado con Minjeong, el trato y lo que pensaba. Estaba a cuadros.

—Menudos ovarios tiene —dijo riendo.

—Pierde el tiempo si cree que mi pensamiento hacia ella va a cambiar.

—Pues podría —dijo Giselle y Karina la miró—. ¿Qué? La odias sin motivo desde hace meses porque... ¿te tiró tierra encima sin querer? ¿porque te quiso enseñar una orquidea? Karina por favor, ni siquiera la conoces.

—Porque siempre me estropea todo con Jiwon.

—Karina, el mundo no gira en torno a Jiwon.

Karina rodó los ojos.

—Tengo derecho a odiar a quien quiera.

—Es cierto, —Giselle cerró su locker y siguió andando junto a Karina— pero Minjeong es una de las chicas mas guapas que he visto, que encima parece que esta un poquito colada por ti y ni siquiera puedes verlo porque estas pendiente de su hermana. Da que pensar.

—Minjeong y yo... Escalofríos de pensarlo Giselle.

—Mira que eres terca.

De pronto una rubia apareció de la nada haciendo frenar a ambas el paso. Hablando de la reina de Roma.

—Giselle, —dijo en forma de saludo mientras sonreía, la morena le devolvió el saludo con mucho gusto— Karina —esta última tenia el rostro un poco mas amargo.

—Minjeong —añadió Karina con el mismo tonito.

—Toma, por si lo necesitas a la hora de almorzar —le dio una bolsa a Karina, al parecer llevaba algo dentro—. Ah y esto ábrelo después, en casa —Minjeong sonrió de la manera mas pura que pudo y salió de ahí.