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El ambiente en aquella bodega era pesado y eso lo podían confirmar los presentes, desde la aparición del llamado Osanai Nobutaka en el lugar fue formándose un aura aún más pesado que el anterior.
El egocentrismo y narcisismo que rodeaba a Osanai mareaba al pelirrojo ¿por que se sentía tan importante? Solo era una pequeña escoria sintiéndose grandioso por puras mierdas.
—Me enteré que querían pelear contra nosotros—habló lleno de ego y orgullo, con un chasquido de dedos apareció el resto de los integrantes de Moebius —Asi que les hicimos un favor viniendo hasta aquí, esto es la guerra.
«Definitivamente todo esto es una porquería» eso era lo que rondaba con la cabeza del Nakahara mirando con seriedad al adolescente frente a ellos.
Quería romperle la cara a patadas.
—Vinimos a verte desde muy lejos, Mikey-chan de la guardería de secundaria—comentó mientras tiraba el cigarrillo que tenía al piso, aparte de ser una mierda no respetaba el medio ambiente.
Ambos chicos se levantaron de donde estaban y caminaron con su rostro serio hasta colocarse frente al rubio teñido más grande. Justo cuando se colocaron frente al líder de aquella pandilla los demás miembros los rodearon formando un círculo alrededor de ellos.
—¿Necesitas a tantos contra unos niños de secundaria?, eres justo como te imaginaba. Un pedazo de mierda—fue lo que dijo Manjiro una vez frente a frente con el sujeto.
Y razón no le faltaba, Osanai era un pedazo de mierda.
—¿Que dijiste? No te oigo, pulga—dijo agachadose y colocando su mano alrededor de su oído.
Las carcajadas por ese mal chiste ambientaron el lugar estresando al pelirrojo quien veía con molestia a todos, si pudiera hacer que todos se callarán con solo una patada lo haría, pero no podía si no quería desatar la batalla.
O bueno, eso fue antes de ver como Osanai golpeaba a su amigo teñido solo por "quererlo ver por encima del hombro". Ahora si estaba jodido.
A punto de ir y soltar puñetazos de la rabia que le traía solo verlos respirar, Pachin detuvo los golpes que le eran proporcionados al Rubio que se coló a su reunión. Soltó un suspiro al ver a su amigo tomar posición de pelea y dirigió su mirada llena de preocupación hacia el regordete que estaba frente a el.
Todo mientras Hanagaki miraba con preocupación pura a los dos chicos frente a el, después de todo si Moebius y ToMan peleaban tanto como el de trenza como el pelirrojo terminarían muertos.
Y eso no era parte de su plan.
El rostro serio del pelirrojo solo reflejaba una cosa, la seguridad. Puesto que, sabía que su regordete amigo era fuerte, aunque la preocupación de que le pasará algo no se quitaba de su pecho.
