¡surprisee!

1.1K 77 2
                                    


Port Royal, 5 años han pasado desde que me fui a Londres. Mi objetivo en la capital era encontrar un buen marido que agradara a padre. No cumplí con este objetivo ya que aún no estaba casada ni comprometida, pero gane poder y prestigio al situarme en la corte británica. Obviamente había
sido una gran ayuda ser hija del gobernador de Port Royal, pero tuve que hacer varios sacrificios para tener una buena posición.

Amaba Londres pero necesitaba volver a casa y más luego de leer la carta de Lizzie donde me pedía expresamente su ayuda para evitar el matrimonio con el capitán Norrington, ahora Comodoro. Tenía más motivos para querer marcharme una temporada de mi vida en la corte, por supuesto. Mi reputación flaqueó por culpa de un hombre, si le puedo llamar así. Desde ese día me prometí que nunca más iba a dejar que ningún hombre pasara por encima de mi. Hace ya mucho de este pequeño inconveniente, pero me contaron un rumor bastante peligroso para mi honor y orgullo y sabia que si me iba a tiempo, y con una excusa perfecta como el compromiso de mi hermana, las habladurías no me salpicarían.

Nadie sabía que llegaría antes de invierno por lo que era una sorpresa. Me puse un vestido limpio y nuevo, el cuál me mandó mi padre para la fiesta de cumpleaños de una amiga de la familia. Era azul pálido con flores pequeñas color beige y blancas, en la parte del pecho tenía una gran flor color beige. En Londres prefería llevar el pelo suelto, pero en Port Royal hacía demasiado calor por lo que me hicieron un recogido dejando un par de mechones caer por mi frente. Fuera del barco estaba el carruaje de mi padre que me llevaría a mi destino, así que no tenía tiempo que perder.

 Fuera del barco estaba el carruaje de mi padre que me llevaría a mi destino, así que no tenía tiempo que perder

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando salí del carruaje la plaza ya estaba llena y la ceremonia de ascenso se estaba llevando a cabo. Me pareció de mala educación ponerme a buscar a mi hermana con la ceremonia ya empezada así que preferí esperar a que terminara. Me dediqué a observar a las personas en las filas, vi a un par de amigas de la infancia y a la hija de mi institutriz, que tendría un par de años menos que Lizzie. Vi a mi padre junto al Comodoro, el primer mencionado estaba mayor y parecía cansado, encontrarle marido a mi hermana debía ser complicado. Elizabeth estaba en primera fila, estaba preciosa, llevaba un vestido beige que le hacía parecer mayor y elegante, aún así la vi incomoda y la entendí perfectamente. Nuestros vestidos eran la última moda en Londres y los corsés eran muy apretados y nos impedían respirar con normalidad.

Cuando termino la ceremonia y la gente se empezó a mover me aproxime a mi hermana. A decir verdad estaba nerviosa.

-Luces espléndida Lizzie- le dije haciendo que mi hermana se diera la vuelta. No mentía, ese vestido realzaba sus ojos y su cabello.

-Eco!! ¿Que estás haciendo aquí?- exclamó ella luego de fijarse en quien era- Te he echado mucho de menos- dijo mientras me abrazaba- ¿Te has cortado el pelo?- observó- estás muy hermosa.

Elizabeth Swann era una chica de 18 años cuyo pelo era castaño claro con pequeños reflejos rubios por el sol sol. Es de contextura delgada y tiene unos hermosos y expresivos ojos.

Piratas del caribe: La maldición de la perla negra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora