i come to prevent a wedding

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Las calles eran un desastre.

Había gente corriendo por todas partes y piratas atemorizándoles. Temí verdaderamente por la seguridad de mi pequeño pueblo costero y la de sus habitantes. Los piratas del Perla no se andaban con bromas. Mi primer impulso fue esconderme y que ninguno me viera, porque si me reconocían no dudarían en llevarme con Barbossa, no quería verle ni a él ni a ninguno de sus piratas. ¿Por que entre todos los puertos del caribe tenían que venir a Port Royal? Decidí hacer algo heroico por una vez y intente ayudar lo máximo posible. Me dirigí a la calle principal y allí todo estaba peor. Vi a una niña pequeña llorando pero su madre se la llevó antes de que le pasara algo. Al final de la calle vi a Will y corrí hacia él.

En ese momento un pirata casi le da un golpe en la cabeza así que le hice una zancadilla y cayó al suelo inconsciente. No le iba a tocar un pelo en mi presencia.

Al verme Will abrió los ojos sorprendido. Obviamente no me esperaba.

-¿Eco? ¿Que haces aquí?- . Me dijo cogiéndome de las manos.

-Vengó a impedir una boda- le conteste con una sonrisa- eres la mejor opción para ella me niego a aceptar a otra persona.

Will avanzó hacia mi y me dio un largo abrazo. Pero entonces una señora grito y nos dimos cuenta en donde estábamos y en qué situación, nos separamos.

-Ven entremos, las calles son peligrosas- me agarró por los hombros.

-Will... mi hermana ella está....-.

-Se la llevaron los piratas- dijo preocupado- tu padre está bien.

Aquella noticia cayó en mi como un balde de agua fría, Lizzie había sido secuestrada, y yo estaba fuera de casa sin hacer nada útil mas que perseguir mi propia ambición. Si a Elizabeth le pasaba algo no me lo perdonaría jamás. Tal vez si hubiera estado con ella. Tal vez si hubiera salido de los calabozos 10 minutos antes... Tal vez. Tal vez. Tal vez ....

Will me arrastró hasta la tienda de espadas. Le pareció buena idea esperar allí refugiados y esperar hasta la mañana para poder hablar con mi padre y el comodoro.

-Eco, no es culpa tuya- me dijo acariciándome la mejilla con dulzura- no pudiste hacer nada.

No contesté, tampoco le creí así que no quería decir una mala palabra.
Yo sabia que esa noche no iba a ser capaz de dormir ni un momento pero lo intenté. Y luego de tres horas de mirar con temor hacia la calle, el sueño por fin me venció.

Will me despertó con un suave zarandeo

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Will me despertó con un suave zarandeo.

-Buenos días Eco.- me dijo con una sonrisa triste

- Will, tenemos que hablar con mi padre en este momento- le dije decidida- ah si, buenos días- le medio sonreí.

Salimos del taller, las calles estaban echas un desastre. Cuando viera a los piratas del Perla los iba a matar. Avanzamos por Port Royal y finalmente vimos a mi padre y al comodoro en una carpa viendo un mapa. Cuando nos vieron, mi padre corrió a abrazarme.

Piratas del caribe: La maldición de la perla negra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora