Capítulo 34.-

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Harry sabía que su actuar de aquel día sería un acto de imprudencia total pero, le preocupaba Ron, si bien, parecía que ya no eran amigos, quería su felicidad y aunque sabía que se estaba entrometiendo en su vida lo mejor era solucionar aquel problema aunque fuera de esa forma tan brusca. Esperaría hasta al almuerzo y hablaría con Malfoy.

Ya que ante sus ojos, Malfoy era el principal culpable del que Ron tomará tal decisión, seguramente Malfoy había mentido y el miedo a su padre había ganado escogiendo fijamente a la chica que había sido escogida como su prometida.—Ha.. que día.—Salió del baño y comenzó a hacerse el nudo de su corbata mientras observaba a Ron.

El pelirrojo no tenía la mejor de las expresiones y, sus ojos parecían estar algo rojos e hinchados, posiblemente había estado llorando durante toda la noche. Harry se aclaró la garganta y tomó la iniciativa de comenzar la conversión.

—Tu detención ¿Cómo estuvo?—Preguntó.—Vi que Neville no participó, seguro Seve... el profesor Snape no lo quería en el salón.

Ron se peino el cabello hacia atrás con sus dedos.—¿Cómo estuvo? No lo sé ¿Celoso de nuevo? Por que puedes bajar y preguntarle al murciélago grasiento.

Harry suspiró, Ron no estaba de humor y no quería iniciar una pelea tan temprano aquella mañana. Sabía que el Weasley estaba dolido con él, después de todo su desconfianza había causado que ambos se dejarán de hablar y aquello, también había afectado por completo su relación con Severus.

El Gryffindor de ojos verdes decidió salir de primero e ir directamente al gran comedor, no contó con mucha suerte de emboscar a Malfoy tan temprano en la mañana. Observó a Severus el cual parecía que no había iniciado bien el día. Le sonrió y este sólo le dio una especie de asentimiento.

Harry suspiró, decidido no darle tanta larga a los problemas que actualmente tenía en su relación, una ves y hablará con Malfoy para dejarle las cosas claras, hablaría con Ron mostrándole su apoyo por las heridas causadas de aquella rata traicionera Slytherin.

—Buenos días..—Hermione tomó asiento aun lado del joven, Ron también había tomado asiento ya en la mesa de Gryffindor pero, no lo había hecho cerca a ellos.—¿Qué tal estuvo tu noche?

Harry llevo algo de tocino hasta su boca, lo mastico y tragó.—Yo, bueno..—Murmuró.—Dormí bien pero..—el Gryffindor de ojos verdes se detuvo, Lo mejor, era evitar contarle a Hermione sobre los planes de Ron de irse a vivir a Rumanía.—He.. Sev y yo aún tenemos algunos problemas.

La chica asintió.—Deben sentarse, y hablar. Ustedes hacen una linda pareja y no sería justo que por falta de diálogo ustedes, bueno.. terminarán.—Murmuró.—¿Qué tal si prepararás una cena romántica para él profesor Snape? El ha tenido gestos muy bonitos contigo.

Harry lo pensó, no era una mala idea pero, no estaba totalmente enterado de los platillos favoritos, sabía por Ron que le gustaba el chocolate semi amargó y el pastel de calabaza, y aunque sabía que la elfina de Snape era consciente de aquella información, esta jamás la compartiría con él.—Lo pensare.—le prometido.

El desayuno terminó y las clases iniciaron, Harry junto con la mayoría de los otros estudiantes evitó dormirse en historia de la magia, la clase de adivinación estuvo tan aburrida que, se quedó dormido la primera hora de clase hasta que Hermione le despertó, el día estaba transcurriendo de forma rápida y el lo agradeció.

—Hoy Malfoy me va a escuchar.

El almuerzo no tardó en llegar, aunque Harry comió poco al sentirse llenó, observó entonces su oportunidad, Malfoy y su novia estaban por salir del comedor así que, fingió la necesidad de orinar y siguió a la pareja con prisa.—He, Malfoy ¡Malfoy te estoy hablando!

Astoria y Draco se voltearon, Harry estaba interrumpiendo un rápido paseo al jardín.—¿Qué demonios quieres, Potter? ¿Ahora que cuentas tengo que rendirte?—Preguntó molesto por la interrupción.

Harry se cruzó de brazos.—Eres un maldito embustero, Malfoy, te creí cuando me dijiste que estabas enamorado de Ron y que de verdad planeabas casarte con él, pero por lo veo que, sólo eran patrañas.—Le reclamó con molestia.—Ron piensa irse a Rumanía ¡Ha Rumanía, Malfoy! Por tu culpa.

Draco frunció el ceño, la verdad tenía días sin hablar con Weasley y lo que este hiciera con su vida era algo que no le interesaba. Abrió la boca para responderle pero Astoria le detuvo.

La chica de cabello castaño y bien peinado observó los ojos verdes del Gryffindor. Verdes, como las túnicas que ella vestía.—No es adecuado que yo te lo diga pero, alguien tiene que decírtelo.—Murmuró.—Sólo espero que no te sientas traicionado ¿Vale? Los sentimientos son difíciles de controlar y manejar, siempre nacen sin tu si quería ser consciente de que sientes algo por tal persona.

Draco se removió, bajo su vista al suelo al notar la intenciones de su prometida.

Harry frunció el ceño sin entender pero, la chica le suplico que guardará silencio a través de sus ojos.—He..

—Hasta ahora, la relación de Draco y Ron ha sido una farsa, ellos solos son amigos, bueno, todos somos amigos. Draco sólo ayudó a Weasley en un apuro ya que, estaba en conflicto con esos sentimientos que actualmente son los que le causan a Ron esa gran tristeza.—Astoria suspiró.

Harry tragó ruidoso, varias ideas llegaron a su mente pero, se repitió a si mismo que su mente sólo le estaba traicionando al tener tales pensamientos pero..

—Cuando Ron descubrió que el profesor Snape estaba enamorado de ti, lo incentivo a que se te declarara, le ayudó con todos aquellos obsequios que recibiste en ese proceso de cortejo, se supone que eran no sólo para hacerte saber que alguien gustaba de ti, si no, para enamorarte, para hacerte sentir amado y...

Harry bajo la vista, al saber lo que vendría.

—sin poder evitarlo, Ron también comenzó a sentirse de esa forma, Harry. Comenzó a sentirse amado, enamorado. Si bien, los sentimientos del profesor de Snape eran solo para ti, Ron logró ganarse el cariño del hombre pero.. Ron también comenzó a experimentar esos sentimientos que tu tienes por el profesor.

El estómago de Harry se retorció tanto que sintió que vomitaría.

—A pesar de eso, Ron continuó ayudando al profesor Snape, y logró que tú y este estuvieran juntos, pero.. cuando dos personas con felices, siempre hay un tercero que sufre. Ron jamás tuvo la intención de enamorarse pero, ese sentimiento fue el causante de su tristeza, de su depresión.

—Yo.. bueno.. no sabía.

Astoria asintió, lo entendía.—Sólo te pido una cosa ¡¿Vale?! No juzgues a Ron, Draco y yo hemos tratado de darle el máximo apoyo posible. Él, siente que jamás nadie le amara, que, jamás alguien le amara de verdad que.. nadie le escogería a él, eres un buen chico Harry, sé que no estás orgulloso de la fama qué tienes pero.. cuando eres el héroe del mundo mágico.. obtienes lo que quieres y Ron, él siente que jamás podría obtener algo que en verdad desea.

Harry se mordió los labios, sintió sus ojos picar.—¿Severus.. lo sabe?

Draco asintió.—No le corresponde, hasta donde sabemos.—Murmuró.—Ron se lo ha dicho, quería ser sincero con él. Ya que bueno.. no puedes competir contra Harry Potter ¿He?

La boca de su estómago dolió.

—He.. Yo, disculpen las molestia.

Astoria se acercó a Harry antes que este se marchará, le agarró del rostro con sus manos haciendo que este le viera fijamente.—Analiza tu corazón, se que harás lo correcto, Harry Potter.—murmuró.—algunas veces es mejor perder que ganar.

La Slytherin le sonrió, beso su mejilla y se alejó junto a su novio para dar ese tan anhelado paseo al jardín.

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HAAAAAAAAA

Astoria a soltado la Sopa y ahora Harry sabe la verdad.

¿Qué creen que harán?

Nos leemos el próximo lunes ♡

Mañana: Renegado uvu ♡

BYEE


¡Ron, al rescate! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora