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— Tienen frente a sus ojos a quienes rompieron las reglas de este mundo en beneficio propio y mancharon las ideologías puras. Todos ustedes son iguales en este mundo. Deben tener igualdad de oportunidades, sin discriminación alguna. Prometemos que este infortunio no volverá a suceder, les pedimos disculpas por esta tragedia.

Definitivamente el hombre que acaba de hablar y decir toda esa basura tenía la cabeza llena de mierda ¿Igualdad sin discriminación? Justo lo que esperaba para el día de mi muerte.

Reconocí la sala en la que nos habían vuelto a encerrar para formar parejas; era aquel lugar completamente blanco en donde se nos había pedido formar equipos de diez y en donde se nos había discriminado a las mujeres como objetivo principal y de no ser el mismo lugar, era muy parecido.

La apatía había decidido acompañarme el día de hoy, en esta extraña mañana en la que habían aparecido colgados unos cuantos soldados y un jugador no había sido un buen comienzo, así que poco me importaba formar una pareja o no en ese momento.

Era patético el decir mis ojos habían actuado como un radar al analizar a los difuntos uniformados, pero así había sido. Busque cada maldito aspecto o característica de ellos que me ayudaran a encontrar a Joon-ho y al no encontrar nada parecido a él sentí un alivio pertinente con beneficio de duda.

De estar vivo ¿Qué estaba haciendo?

— Juega conmigo. — Pronunció un hombre al par que esbozaba una sonrisa fingida.

— Hecho. — Estreché su mano si antes pensarlo.

Me sentí bien al ver que aquellos con los que compartí la noche en la fortaleza habían formado parejas entre ellos y se veían seguros los unos con los otros; no me sentía mal de haber quedado desplazada y haber sido una de las que se había quedado sin pareja, porque dentro de todo esto me daba una muy mala espina.

¿Dejar que formes equipo con alguien cercano y querido para el próximo juego? Las cosas en este "mundo" como lo había llamado el hombre del altavoz, no eran tan lindas y sencillas como para permitir que hicieras alianza con alguien de confianza.

— ¡Niña!. — Grito el anciano en cuanto me vio e hizo una seña para que me acercara a él.

Me sentí un poco culpable al enterarme de que también había pasado una mala noche a causa de su enfermedad y que la mañana tampoco había sido de lo más grata para él; pero ya no había manera de hacer algo o justificar la pesadez de mi sueño.

— Piensa bien lo que harás allá dentro. Ese hombre no tiene buena cara.

— No tiene que preocuparse por eso. ¿Se encuentra mejor?.— Parpadeo repetidas veces y asintió con un poco de confusión. — Gi- hun cuidara de usted. Téngalo por seguro.

— ¡¡Hey!! ¡¡Se mi compañera!! Por favor, ambas seremos muy buenas como equipo, lamento haberte subestimado por... bueno, ese hijo que no tienes. Por favor.

La mujer de rizos cayó frente a mi implorando que fuera parte de su equipo ya que nuevamente había sido rechazada, sus cabellos estaban revueltos y sus ojos lucían esquizofrénicos.

Nuevamente la idea de abandonar lo que tenía, por ella repaso por mi cabeza, de alguna u otra manera ella me recordaba una pequeña parte de mi hermana y ese instinto por protegerla se encendía en mi corazón como una llama.

— ¡Hazlo y te contaré todo lo que ese cobarde de la serpiente decía de ti! ¡Te diré cómo murió tu hermana!.— Mis labios se entreabrieron para una respuesta, pero fui interrumpida.

— Ella ya está conmigo, aléjate. — El desconocido clavo sus dedos en mi antebrazo y me arrastró hacia las puertas abiertas.

Sentí los tirones de esa mujer en mi ropa y me sentí terrible por dejarla atrás, pero así tenían que ser las cosas.

SQUID GAME |EAGLE| Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin