1° CAPÍTULO

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Como todas las mañanas, los señores Tsukinos estaban frente a Krishna y Radha; ofreciendo sus rezos en el pequeño altar que tenían disponible dentro de su casa.

Aquel ambiente estaba decorado con paredes blancas, cortinas verde olivo, flores blancas, dulces, ofrendas e incensio.

-- ¡Ikuko!, ¿Sabes que significa esto? _ Pregunto de pronto Kenji, a su esposa.

-- Mi amor, .... Se muy bien lo que significa _ Respondió la mujer.

-- ¡Dilo!

-- Solo hay un Dios, .... Que es la verdad eterna, y la verdad eterna es Dios, .... Él, es él que lo hace todo, el que no teme a nada y a nadie, .... No tiene enemigos, no discrimina; .... Un Dios, el supremo señor a quien nadie puede manchar, .... Nadie puede desconfiar de él, de su paz, de su fe, .... Ese es Dios, Ese es Dios _ Contestó Ikuko, en tono tranquilo y mirando directamente a su esposo.

Kenji contento con las palabras de su cónyuge, volteo su mirada hacia el frente, luego junto ambas palmas de sus manos y cerro sus ojos, para iniciar una nueva plegaria.

Ikuko que sabia como era su esposo, lo copio.

-- ¡Alabadle, porque Él lo es todo!, Dios de salve Señor, ¡La victoria es tuya! _ Dijeron ambos esposos al mismo tiempo.

Luego Kenji levo su mano hacia uno de las ofrendas (Almendras tostadas).

Cogió el pirex de esta y con su mano derecha saco un poco de esta y se la dio a su esposa, que lo recibía en sus manos.

-- Toma esta ofrenda Ikuko, .... Eso favorecerá, que tengas un buen comienzo del día _ Dijo su esposo muy sonriente.

La mujer, acepto muy gustosa, pero separo un poco de lo que su esposo le dio, para dárselo a él mismo en su boca.

Kenji muy feliz acepto gustoso las almendras.

Ikuko al ver la sonrisa de su esposo, también sonrió luego de comer un poco de las almendras.

-- ¡Hoy es un precioso día!, .... ¡Y por lo que veo, Serena aun esta dormida!, .... ¡Lo mejor será que vayas y la despiertes! _ Dijo Kenji.

-- Ja, Ja, Ja, .... Esta bien, mi amor _ Diciendo aquello, Ikuko se fue hacia la habitación de su hija menor.

El mayor, al ver la felicidad de su esposa; sonrió mientras veía como la silueta de la causante de dicha felicidad, se perdía en los pasillos.

Y llegando a una gran habitación con paredes y muebles marrones, ventanas y cortinas blancas, cama color caoba y el cubrecama rojo con sábanas blancas; Ikuko contemplo unos segundos a la causante de su presencia ahí.

Al ver que su menor hija estaba cubierta todo el cuerpo, decidió que lo mejor seria despertarla con las ventanas abiertas y que el viento mañanero haga su trabajo.

-- ¡Buenos días Serena!, .... ¡Ya es hora de despertar!, .... ¡Vamos despierta!, Despierta Conejita _ Decía su madre, luego de abrir las ventanas y moverla suavemente.

-- ¡Ah!, .... ¡Buenos días mami! _ Contesto adormilada la joven.

-- Mi pequeña Conejita, levántate; .... Mira que hoy día, hace un día precioso.

-- ¡Oh mamá!, .... Déjame dormir un poco más, por favor.

-- ¡No, No!, ¡Conejita!, .... Levántate, .... Además, si no lo haces, el dicho de tu papá se cumplirá; "Los dormilones, siempre salen perdiendo", .... Y yo no quiero que mi hermosa niña, se pierda ni un solo momento de esta preciosa mañana, .... Así que levántate, Serena, .... Vamos, despierta ya _ Hablo amorosamente Ikuko.

¿AMANTES?Where stories live. Discover now