Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
—Oye... Lo he notado hace unas semanas pero, tienes una cicatriz. —la voz de Sans hizo que volteara a verlo.
Tocó su cara notando como abarcaba la parte izquierda de su cuenca.
Recordó que fue en el tiempo que trabajaba en el bar Grillby's. Un día busco problemas con un monstruo y... Lo demás creo que se cuenta solo.
—Ah, sí. —atinó a decir. Realmente no quería hablar sobre eso.
Apenas se había salvado porque Sans habló con Papyrus. Pero si no fuera así seguramente estaría en serios problemas. Seguramente viviendo en un carro abandonado.
—¿No te duele? —sintió la mano de Sans. Más bien eso le puso demasiado nervioso que hasta comenzó a sudar.
—¡Que estoy bien, rarito! —apartó su mano. No fue un movimiento brusco.
Pasaron unos minutos en que ninguno de los dos dijo nada.
—¿Lograste pagar tus deudas? —Fell le vio de reojo. Gruñó. Era verdad.
—No.
Grillby a pesar de ser su amigo no implicaba que iba a olvidar la cuenta que llevaba pendiente. Más bien la estaba pagando. Ya hubiera salido de eso si no fuera por todo lo que ocurrió.
—Puedo ayudarte con eso.
—¿De qué hablas?
—Bueno, te deje estar buscando pistas a propósito por un tiempo. De alguna manera debería recompensártelo. —el de colmillo de oro no sabía que decir.
—Uh... Gracias, supongo.
Carrot salió con Blue al paso de unos minutos.
Sans se acercó. Papyrus fue el primero en hablar.
—Welp, tenemos todo listo. Iré con ustedes. —dio una calada a su cigarrillo.
—¿Y a dónde dejaremos a Blue? No podemos permitir que se quede solo. —comentó Fell.
—No te preocupes por eso, podemos dejarlo con Undyne. Con ella no le pasara nada.
—Entonces no perdamos más el tiempo. Nos vemos allá.
Blueberry tomó el brazo de Carrot para aparecer en la esquina de la calle dando a la sede policial.
Caminaron hasta llegar al frente de esta donde estaban Sans y Fell esperándolos.
—¿Le avisaste a Undyne, no? —dijo Blue.
—Claro hermano.
Fell prefirió quedarse a esperarlos en la recepción. Realmente no quería lidiar con las burlas de la pelirroja con el hecho de que estuvo días buscando alguna pista en las grabaciones en vano.
Podía escuchar su estruendosa risa en su cabeza.
No esperaban que Carrot volviera bastante rápido.
—Bien, chicos. Debo decirles que estaba sospechando que algo raro estaba sucediendo. El humano de Sans ha estado con Alphys. No sé si este involucrado.
—Una de las cosas que note de esa humana es que no usa un cuchillo. Era como un instrumento de medicina.
—Hehe, yo no he tenido tanta suerte como ustedes. —dijo Sans. —Solamente interactúe con la niña cuando estaba en el café. Parecía ser una persona normal y corriente.
Qué raro. Se supone que el que debería tener los sentidos más desarrollados es Sans.
—¿Enserio eso es todo? ¿No notaste otra cosa? —Fell se irritó.
Sans solo sacó una clase de cepillo rosa para pasarlo por su cabeza.
—Fell. —le llamó Carrot. —¿Cuándo te enfrentaste a ella no notaste nada más?
Pensó por un momento.
—Tenía una gran cantidad de LOVE, aunque creo que eso es obvio.
—Bien. Entonces vamos a buscar a Frisk. —Carrot vio a Fell. —Tú sabes dónde podría estar.
—Síganme.
Pronto llegaron a una pequeña casa. Estaba algo apartada de las demás.
Cuando tocaron los recibió Toriel.
—¿Qué dia...? —calló al escuchar una voz.
—¡Mamá! Voy a salir a jugar con...
El niño se detuvo al bajar las escaleras.
—Heya, niño. —saludó Sans.
Sin embargo este con una pelota de fútbol en su mano regresó a su habitación.
—Bien hecho. —respondió sarcástico Carrot.
No iba a ser una tarea fácil.
Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
