MI ALFA...MI OMEGA

LA PRESENTACIÓN 2DA PARTE

Las gotas de agua que escurrian por el cuerpo jamás se vieron tan pero tan sensuales como ahora y menos cuando Naruto era el culpable. Eso era lo que pensaba Sasuke al ver a su novio secarse el cabello con una toalla blanca y otra enredada en su cintura.

Saber que él se comía a ese Alfa era algo que le llenaba de orgullo y vanidad. Además de que ambos eran muy compatibles en la cama. Con solo recordar los besos fogosos, las manos grandes de Naruto recorrer sus piernas y glúteos eran algo que le hervían la sangre de solo pensarlo.

Por eso no entendía porque ahora que era fin de semana tenían que salir, cuando en el pasado se la pasaban entre las sábanas en los días de descanso.

—Que pasa Sasuke, ¿Todo bien? — ante la pregunta de Naruto, el Omega reaccionó y asintió un tanto asombrado de ver qué su dobe ya estaba cambiado.

— No quiero salir dobe, mejor vamos a quedarnos en la casa — suplico con suavidad mientras abrazaba a Naruto y le daba uno que otro beso en el cuello y mentón.

Naruto sonrió al ver que Sasuke estaba muy mimoso esa mañana y era más que claro que sí su Omega pedía algo, él no podía decir que no. Pero al sentir esa pequeña cajita en el bolsillo de su chaqueta, nego rápidamente. Hoy era el día en que negaría quedarse en casa ya que había otros planes.

— Además la alfombra se ve muy cómoda — aquella sugerencia fue el último toque que Sasuke creyó necesitar para hacer que su novio dejara de pensar en otra cosa que no fuera él.

Algo que estaba logrando cuando Naruto giro su cabeza y vio la mentada alfombra. Luego pequeñas y muy obscenas posiciones le llegaron a la mente.

— Hay helado y podemos probar también las cerezas en tooodo el cuerpo —. Eso fue suficiente para que Naruto apretara fuerte las nalgas de su novio y este enredara sus piernas en la cintura de su dobe para que así ambos pudieran besarse sin control.

No pasaron ni 3 minutos cuando los dos estaban rodando en la alfombra de color rojo, mientras se entregaban a la pasión. Y la ropa de Naruto estaba regada por doquier.

Hasta que el punto más erógeno y placentero de Sasuke fue apretado con delicia que hizo que este se corriera en la mano de Naruto y este al sentir tan rica succión por el anillo de carne de su novio se vino en su interior.

El cuerpo de Sasuke soltaba pequeños temblores ante el rico orgasmo, además de sentir como todo su cuerpo estaba sudando otra vez. Pero eso no importaba porque su novio era el causante de su pegajoso estado.

Cuando al fin sintió que podía respirar un poco mejor, abrió levemente sus ojos solo para ver qué Naruto lo miraba fijamente. Aquella mirada tan azul le provocó a Sasuke un inmenso deseo de besarlo y fundirse con él para siempre.

Pero Naruto se adelantó al darle un beso rápido mientras salía de su interior y se levantaba de sobre él. Dejando a Sasuke un tanto extrañado.

— Antes de que digas algo teme, vamos a una cita — Naruto sabía que su novio odiaba salir sin motivo y menos si podían estar en casa haciendo cosas ricas, por lo que la mención de la palabra cita, evito todo rechazo por parte del azabache.

Sasuke se levantó de la alfombra sin ganas y empezó a vestirse al ver qué Naruto fue al baño. Vaya que ni teniendo sexo hizo que el rubio se quedará, eso en parte lo enojo.

Por eso al ver que la chaqueta de Naruto estaba sobre el respaldo de una silla, no dudo en patearla. Estaba enojado y no pensaba disimular, pero la chaqueta cayó al suelo y con eso una pequeña cajita de terciopelo rodó.

El corazón de Sasuke se detuvo al creer que quizás éso era simplemente eso. Por lo que sin poder detener su curiosidad agarro la cajita y la abrió, para notar la hermosa joya redonda que había ahí, eso hizo que su corazón empezará a latir más rápido.