NO TAN HETEROSEXUAL [JENLISA]

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- ¿Y de dónde conoces a la chaperona?

- ¿A quién? Ah, traeme papas también - saqué el dinero y lo dejé sobre nuestro escritorio.

- La chaperona, la chica que siempre está tras Kai, esa que dijo que le gustabas. A decir verdad, nunca sospeché que fuera lesbiana, es más, creía que le tenía ganas a nuestro compañero.

- Yo no la conozco. O mejor traeme doritos, pero con sabor picante, ese está bueno. Rápido, se acaba el recreo.

Ella tomó mi dinero pero se inclinó más sobre mi - Y si no lo conoces, ¿por qué se te confesó?

- Ahí cuando la veas, le preguntas a ella - sonreí -¿Vas por mi comida o prefieres quedarte hablando de lo increíble que es que la gente se enamore de mi con tan solo verme? - Sus ojos ya no estaban en mi, miraba hacia la salida

- ¿Qué? - miré también.

- Ya que la veo, le voy a preguntar - sonrió, levantándose y yendo hacia la chica castaña que estaba frente a nuestra puerta. Se lo veía nerviosa, más aún cuando Rosé llegó dónde estaba.

- Hola - saludó y dio un vistazo rápido hacia mí -¿Puedo pasar para hablar con Lalisa?

- Claro, pasa. - Mi amiga se movió y la muchacha entró. Caminó para donde yo estaba, pero no dejó de ver detrás suyo. Al parecer, Rosé le causaba desconfianza.

- Soy Park Rosé, por cierto. - ella asintió y directamente se dirigió a mí

- ¿Puedo hablar contigo?

- Sí, puedes sentarte - señalé el lugar vacío a mi lado.

- ¿Tú tienes nombre o tenemos que adivinarlo? - Rosé seguía hablando sin notar que la chica intentaba ignorarla.

Ella se sentó - ¿Podemos hablar a solas...? - su pedido me sorprendió y lo demostré con mi rostro. ¿Acaso era verdad que yo le gustaba?

Miré a Rosé

- Ella ya debe irse, así que quedaremos a solas.

Rosé bufó fastidiada, sabiéndose de más - Okey, pero no se vayan a besar en el salón. - dijo, saliendo de éste.

Volví mi vista a la castaña, rápidamente se hizo un poco hacia atrás y agitó sus manos

- No, no. Oye, de eso quiero hablar, de lo de esta mañana.- Con mi codo en la mesa, sostuve mi cabeza con la mano, para mirarla con una sonrisa ladeada. No, esta chica no gustaba de mí, ni siquiera veía signos de enamoramiento ni nada.

- Quiero oírte - la miré con gracia intentando causar algún gay panic en ella.

Reí por mis adentros, cuando ella aclaró su garganta y jugó con sus manos. Sí, se había puesto nerviosa.

- Yo, ah... Pues, verás... - me miró como pensando qué era lo primero que debía decir - A-Antes que nada, no soy lesbiana.- por supuesto que sería eso.

- Ya sé. Supongo que ahora me vas a explicar por qué gritaste eso.- alcé una ceja.

- Ajá... De hecho, se lo iba a decir a otra persona...

- ¿A quién?

- E-Eso no importa, ya no importa.

- ¿No importa? Vamos, pusiste todo de ti para gritarle a kai que el te gustaba y te salió mal, claro que importa.

- Sí, pero ahora el piensa que soy lesbi... - habló rápido, hasta que notó el detalle - ¿Cómo su-supiste que era Kai?

- ¿Cómo no lo supo el? - reí.

- Ja, sabía que le gustaba el Kim. - miré al suelo, Rosé estaba de rodillas a mi lado.

La chica se levantó con espanto, mirándola.

- ¡¿Qué haces?!

- Me arrastré hasta aquí para escucharlas, dah.

- ¡Imbecil! ¡Era privado!

- No me culpes - se levantó - realmente creí que se iban a besar.

- ¡¿Qué pasa contigo?!

- Ya, chica. - me levanté y puse mi mano en su hombro, haciendo presión para sentarla de nuevo. Me senté - Ninguno le dirá nada a Kai. Lo oirá de ti cuando estés lista, ¿verdad Rosé? - la miré. Ella bufó y se levantó, asintiendo.

- Okey, gracias por eso... Supongo que es to-

- ¡¡Noona!! - cuatro chicos que conocía del club de literatura aparecieron y se acercaron. Se veían devastados. - ¡Naeun tiene conjuntivitis!

- ¡¿Eh?! Pero hoy teníamos que tomar su foto para la portada.

- Lo sé - lloriqueó - Lo necesito con urgencia para mañana, ¡¿qué haré ahora, noona?!

- Le dije que teníamos que buscar otro chica, pero.. - habló otra.

- Pero no encontramos a ninguna que pueda estar esta tarde para eso - volvió a hablar la primera - A demás, tiene que ser un chica alta, de cabello castaño y elegante, así como mi protagonista, ¡incluso le había conseguido el traje!

- Lo siento mucho, yo realmente quería ayudarte en esto - me lamenté, pues yo soy del club de fotografía y le había ofrecido mi ayuda para la foto de su portada.

- ¡¿Qué haré ahora?! - gritoneó.

- ¡Bobby, lo tengo! - Rosé interrumpió - Tengo la solución para esto y a la chica indicada.

Todos la miramos y Bobby se alegró, dando un salto - ¡¿Quién noona?!

- Peroooo, a cambio de que ella lo haga, no vas a rechazar salir conmigo a una cita esta vez.

- ¡¡Rosé!! - regañamos todos al unísono.

- ¿Qué? Es justo, ¿o no?

- Está bien, está bien. - calmó Bobby - Acepto.¿Entonces?

- Ella - señaló a la chica a mi lado.

- ¿¿Yo??

Bobby y los otros chicos se acercaron y lo observaron bien. El dio un grito eufórico - ¡Esta chica es perfecta! ¡Gracias!

- ¿Qué gracias ni que nada? Yo no dije que lo haría.

- Ah, pero yo sé algo que tú no quieres que se sepa - Rosé se cruzó de brazos y sonrió malévola.

- Tú, pedazo de... - gruñó.

- Rosé... - quise regañar, pero lo cierto era que necesitábamos a alguien, y éste chica daba la talla perfecta.

- ¡Por favor, por favor! - rogaron los chicos.

Ella me miró de repente, con pena, como si esperara que yo diera la última palabra.

- Será una tarde divertida, te lo prometo. - aseguré con una sonrisa.