24. Pet names

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—Deku-kun, ¿Bakugo y tú no se dicen apodos de pareja?

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—Deku-kun, ¿Bakugo y tú no se dicen apodos de pareja?

—¿Cómo dices...?

—Ya sabes, apodos que sean especiales entre ustedes —la chica de la gravedad cero hizo el ademán de ahuyentar a un insecto.— No me digas que no lo hacen...

El símbolo de la paz se limitó a encogerse de hombros y esquivar una lanza que rozó su mejilla, listo para el siguiente sermón de su amiga.

—¡Deku-kun, ¿qué clase de novios son?! Creí que Bakugo por ser un tsundere te pondría un apodo lindo... Y 'Deku' no cuenta —aclaró viendo las intenciones del más alto de hablar.— Tampoco nerd, ni bastardo, ni maldito, ni ninguno de esos.

—¿Entonces? Son lo que usa conmigo y yo le digo Kacchan.

—¡No me subestimen! —el villano nuevamente lanzó una daga que Izuku otra vez esquivó.

Uraraka hizo levitar tres de ellas y su compañero usando una fuerte ráfaga de aire las envió de regreso, dejando clavado de la ropa al villano.

Porque si, estaban discutiendo de la vida amorosa del pecoso mientras peleaban.

Una vez inmovilizado el sujeto y esperando a que llegaran los oficiales de policía siguió la charla/regaño.

—Su relación es extraña, Deku-kun. Adorable, pero extraña.

—No importa realmente, sabes que no somos como las otras parejas.

—Tienes razón... Aunque deberían intentarlo. ¡Sería adorable verte decirle 'cariño' a Bakugo!

Y con eso en mente, ambos regresaron a la agencia a terminar su jornada laboral. El villano quejándose de que incluso con ellos distraídos no logró su cometido.

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La charla con su amiga sobre los apodos lo tenía distraído y ocupado.

Ya hacía un rato que estaba en su hogar, se duchó y fue al sofá a pensar más de la cuenta sobre lo mencionado en la tarde.

"¿Cómo reaccionaría Kacchan si le digo así...?" preguntó telepáticamente al muñeco en sus brazos y después a tiburoncín uno y dos, como si de verdad el par de peces y el peluche le fueran a responder.

Su pareja estaba por llegar con las compras para la cena y él estaba pensando demasiado en la absurda charla con Uraraka.

¡Vamos, solo eran apodos! No iba a afectar ni nada a su relación, hasta el momento todo iba de maravilla entre ellos, quizás un detalle distinto en su rutinaria vida sería ¿divertido?

La verdad era que se planteaba los distintos escenarios en que se los decían. 'Cariño, pásame la sal; cielo, trae tu trasero devuelta al sofá; corazón, te amo"

Eso último le avergonzó, imaginar el tono sensual y coqueto de su pareja con esa característica sonrisa de superioridad, o quizás ese tono amable y cálido con que le susurraba cuánto lo adoraba.

Lo estaba imaginando y ya se había avergonzado, se supone que sería él quien le dijera algo lindo no viceversa.

Aunque también estaba curioso en saber cuál expresión y reacción tendría el impredecible de su chico.

Justo en ese momento, escuchó las llaves y el picaporte de la puerta principal sonar. Bakugo estaba llegando.

Era momento de brillar.

Izuku se puso de pie y aún abrazando el peluche se asomó por el pasillo, viendo al rubio quitarse los zapatos y dejándolos en un pequeño mueble en la entrada, cambiándoselos por un par de pantuflas rosas con orejas de conejo.

Sonrió al recordar la reacción de sus amigos al verlas, aunque también el cómo los persiguió por casi dos kilómetros hasta explotarles la cara.

Sacudiendo su rostro para borrar esa cómica escena de su cabeza, volvió a dirigir su atención en el chico que se quitaba su abrigo y finalmente entraba a su hogar.

Es ahora o nunca.

—¡Bie-bienvenido, Ca-ca...! —bueno, lo estaba intentando.

—¿Me dijiste cómo? —Katsuki más que molesto estaba confundido, las reacciones en el menor no eran las habituales.

—¡No! Aguarda, estoy nervioso... —suspiró y tras inhalar aire y valentía. Habló.— ¡Bien-bienvenido cariño!

Ahora el único sonido presente entre ambos era el aire acondicionado, el respirador de la pecera y la bolsa de compras que el ojirubí traía consigo.

"Oh por todos los dioses, lo he enfadado" pensó asustado, no podía leer el sentir o pensar del mayor.

Pensó que quizás lo había molestado o no le había gustado el apodo, ¿fue demasiado? ¿Quizás si hubiera usado otro? ¿O tal vez ninguno?

Resignándose a morir explotado en manos de su compañero de vida, no predijo que sería tomado del mentón para que le robara un beso.

Sus mejillas fueron apresadas entre sus cálidas manos y pronto se vio correspondiendo al gentil tacto, cerrando sus ojos en el transcurso de aquel corto encuentro.

Una vez se separaron, el mayor de ambos juntó su frente con la suya y sonriendo suspiró.

—Estoy en casa, pequitas...

Midoriya sintió su corazón latir con fuerza y demasiado veloz. Su mundo se tambaleó por un momento y necesitó de tomar de los hombros a su pareja para mantener el equilibrio.

¿Su Kacchan le acababa de dar un apodo cariñoso que no fuera 'Deku'? ¡Claro que si, y encima era uno muy lindo!

Sonriente se permitió abrazarlo por completo, hundiendo su rostro en su cuello, Bakugo haciendo lo mismo.

Habían sido tres simples palabras rutinarias que acompañadas de un dulce adjetivo derritieron su corazón.

Izuku se consideraba el si realmente había algo que su pareja no hiciera bien.

—Debemos preparar la cena, Deku —sintió el cuerpo del más bajo negar, comenzando a caminar hacia la sala aún abrazados. Olvidando por completo las compras en el trayecto.

—Dímelo de nuevo.

—No diré una mierda.

—Entonces no cenaré una... Éso.

Ambos sin darse cuenta ya estaban recostados sobre el sofá. El pequeño peliverde sobre el rubio, siendo mimado en sus rizos y mejillas.

Había desatado sin querer a un pequeño monstruo que ahora tendría que alimentar a diario.

Riendo dio un golpe suave en la frente del dulce Izuku, quien tras quejarse recibió un beso en su zona afectada.

—Preparemos la cena juntos, pequitas.

—Me gusta que... Me digas así... —reveló con cierta verguenza, sus mejillas coloreándose de rojo.

—Lo haré más seguido entonces, solo si tú también usas ese estúpido y patético apodo.

—Claro, cariño.




BNHA KATSUDEKU - FLUFFTOBER 2021Where stories live. Discover now