7:Una daga en medio corazón

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La junta había terminado, después de todo, Maxime salió hecha furia seguida del rey Edmund la chica hiba rápido, el joven agazabache admitía que...le era difícil alcanzarla

— ¡Hay vamos, Max! ¡Por favor! — el pelinegro le gritaba, aún siguiéndola por detrás la pelirroja no le dirijo la palabra — ¿¡Al menos te gustaría...decirme...por que...tu actitud de hace unos minutos?! — a Edmund le costaba trabajo respirar, mientras se preguntaba constantemente en ¿¡Como carajos una chica podía ser tan rápida?!

Maxime se volvió hacia el molesta,

—Maxime — corrigió — para ti soy Maxime — volvió a dar paso rápido, cuando Edmund se recuperó volvió a seguirla

— Entonces supongo que...nos tocara juntos en la misión...— logro avanzar más rápido para así posicionarse enfrente suyo y así bloquearle el paso — no tiene nada que ver

Maxime lo miró molesta, directamente a los ojos, su mirada se fue suavizando mientras veía como esos ojos cafés, eran de un tono oscuro pero brillante, le hacían recordar a las viejas cabalgatas que tenia con sus amigos y también....a los libros.

Se percató de que lo estaba viendo descaradamente así que apartó la mirada, sonrojada y rezando por que Edmund no se diera cuenta volvió a hablar

— No, no tiene nada que ver con eso — contestó encogiéndose de hombros,nEdmund se acercó hasta ella

— Por favor...Max...no seas así conmigo si quieres, golpéame, insultame, o inclusive hazme enojar pero por favor no me ignores...no lo soportaría — la pelirroja se sorprendió ante las palabras del joven rey, ocasionado que retrocediera con los ojos llenos de lágrimas hasta dar de espaldas con un árbol, ahí fue cuando se desplomó hasta atraer sus piernas hacia ella comenzó a derrumbarse.

Edmund se acercó poco a poco a ella, inclinándose hasta estar a su altura

— Por favor...lárgate — le suplico sin mirarlo

El castaño no se movió, en vez de irse el se sentó a un lado suyo haciendo que ella levantara la cara con una expresión de confusión

— Prefiero acompañarte...¿está bien?— ella asintió levemente

Un silencio cómodo se había formado, la pelirroja miraba los árboles, mientras que el pelinegro se cuestionaba en abrazarla o no

— ¿Quieres contarme...que fue lo que sucedió? — Edmund rompió el cómodo silencio

— No creo que lo entiendas —contestó sin ganas

— Oye...vamos...pruébame — Max río ante las palabras del joven rey

— Buen intento "majestad" pero prefiero que no...— Edmund no escucho más, si no que se levanto y empezaba a irse

— Se que no podre saber mucho pero si se algo y es que no tienes por qué estar sola — Max comenzó a cuestionarse las palabras del chico, antes de que el se fuera, ella lo tomó de la muñeca

— Espera...— hablo sin soltarlo — talvez tu compañía no sea tan mala

El justo sonrió de lado, volviendo a sentarse a un lado de la pelirroja y ella sin soltarle la muñeca aún

— Sabes...siempre quise preguntarte...¿Que es el amor para ti? — comentó el rey sin más

Max no dijo nada, solo bajo la mirada, mientras solataba la muñeca de Edmund y sus manos se rozaban

— Que...¿Que es el amor? — volvió a contradecir,binmediatamente pensó en Jack, en como a pesar de los años, no imporata cuanto tiempo estuviera enamorada de él....el siempre elegiría a Bell

𝗣𝗥𝗢𝗙𝗘𝗖𝗬 The Cronicles Of Narnia Where stories live. Discover now