Día 4: Blood magic

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Remus los vio. Los vio, y por eso sabe que no fue él. Lo sabe.

Intenta explicárselo a Dumbledore, a McGonagall, al Ministro de Magia. Nadie lo escucha, a nadie parece importarle. "El Señor Oscuro es muy poderoso, puede, fácilmente, deshacer ese tipo de magia", le dicen. Se lo dicen como si fuese un niño, herido y asustado, sin la suficiente capacidad de entendimiento para comprender lo que está sucediendo a su alrededor.

—Lo siento, Remus. Sé que es difícil de aceptar, pero no podemos hacer nada. Es culpable.

—¡Un juicio entonces! Exijo un juicio, Ministro. Él no ha sido, no lo ha sido, yo los vi.

Pero lo ignoran, y Remus no sabe si lo hacen porque es un hombre lobo, o porque es pobre, o porque estaba enamorado de Sirius. No tiene a quién echarle la culpa de lo sucedido, ni puede encontrar una explicación más allá de la que dan los testigos muggles, pero lo sabe,. Lo sabe. El traidor no es Sirius Black, no puede serlo.

Por eso es todavía peor, más doloroso, el enterarse de con quién irá a parar Harry.

—Lo protege la sangre, Remus— la voz amable de Albus Dumbledore nunca le había parecido tan cruel. —La sangre y el amor.

—¡TAMBIÉN A JAMES, ALBUS! SIRIUS Y JAMES PACTARON CON SANGRE.

—Pero el amor no era puro. —el tono tajante del director indica que no hay más que hablar.

Entonces el mundo se cae encima de Remus, y no puede respirar, y siente que se muere, que se muere, que se muere. Nunca había vivido un miedo igual, un terror tan oscuro que lo rasga, que lo corta, que lo hiere de forma tan profunda que nadie se atreve a mirarlo. El miedo lo lleva, de forma inmediata, al odio. Cómo se atreven, cómo se atreven a poner en duda el amor de Sirius hacia James, el de James hacia Sirius.

Recuerda a un joven y desheredado Black en una casa que no era la suya, pero que se convertiría en su hogar. La boda de James, y Sirius llorando, y riendo, y llorando otra vez. La madrugada en la que ambos, cubiertos de sangre y tras la luna llena, se juraron hermanos, se prometieron familia. Recuerda la emoción incontenible que le estalló en el pecho cuando los vio juntos, protegidos, queridos. Remus nunca había tenido celos, solo amor, amor, amor. Cómo se atrevía Dumbledore a hablarle de pureza, de sangre. Cómo se atrevía Dumbledore a hablarle de familia.

Sirius iría a Azkaban, y Remus no puede hacer nada; pero sabe que un hogar violento es una prisión de la que uno nunca puede escapar, no del todo. Eso se lo habían enseñado los Black. Así que entre miedo, odio, y un amor que quema, Remus Lupin corre a Privet Drive.

El mundo mágico nunca volvió a saber nada de Harry Potter.

Harry Potter fearfest 2021Where stories live. Discover now