Se que no soy lo que quieres.

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Las películas e historias tristes siempre lograban ganarse al público, una historia "lacrimógena" como solían decirles y que te hacían reflexionar prometiendo ser agradecido y cambiar muchas conductas de la vida diaria porque empatizabas con alguien que de verdad la está pasando mucho peor según la trama.

Al momento eran muy sentimentales pero rápidas de olvidar ya que, solo es ficción, nadie podía ser realmente tan desdichado es prácticamente imposible, eso de una completa tragedia tras otra vendía pero ¿Realmente alguien podía pasarla tan mal durante toda su vida? Pues si, para Jeongwoo cada una de esas historias eran ciertas y creíbles porque el mismo había vivido un completo infierno desde que tenía memoria, para el no eran solo historias lacrimógenas porque conocía en carne propia lo que era no tener padres, no recibir ningún tipo de afecto, ser rechazado por la sociedad, pasar hambre, ver todo desde una vitrina, el miedo de no poder defenderse por si solo y que absolutamente nadie te voltee a ver o te crea si te molestas en contarle "tu historia"

Nació de un matrimonio disfuncional, si madre los abandonó y su padre no tardó en abandonarlo a él, creció en un orfanato con pocos recursos, tuvo estudios escasos en una escuela donde desde pequeño le mostraron lo que era ser rechazado por no tener buenos zapatos o no poder llevar algo para merendar. Lo adoptaron a los trece años para darle únicamente un estúpido apellido y hacerlo trabajar para "colaborar en casa" vivió toda su estúpida adolescencia con un padre abusivo, una madre ausente para terminar a sus cortos dieciocho años como un Omega indefenso, que toda la vida se llenó de supresores y con sus padres muertos por una deuda que ahora debía pagar él.

Quizá podría hacer una película con todo ello y conseguir algo de dinero para una cena decente, pagar la renta o quizá la cuota de ese mes.

¿Qué no estaba en la edad de enamorarse? De explorar nuevas cosas, conocer de si mismo, de sus gustos, de salir, disfrutar con amigos. Todo era pura mierda, tenía solo una pequeña pieza de dos habitaciones sin amoblar por completo, un refrigerador vacío, apenas se graduó del instituto y lo único que lo alentaba a seguir adelante era una deuda con demasiadas cifras que pagar si no quería terminar quizá mutilado en algún lugar de mala muerte.

¿Y si solo se moría? ¿Qué lo hacía querer continuar vivo? No tenía nada, a nadie, solo tenía miedos por el que pasaría mañana, que decir mañana, sentía miedo por el que le pasaría esa misma noche cuando esos hombres regresarán y vieran que aún no tenía el dinero.

No quería seguir llorando pero fue lo único que pudo hacer ¿Tan mala persona fue en vidas anteriores como para vivir en completo sufrimiento? ¿De verdad se merecía todo aquello? No pedía nada, no pedía lujos, ni siquiera pedía una familia, solo pedía tranquilidad, una estabilidad psicológica que le permitiera solo trabajar medio turno en cualquier sitio y preocuparse por qué cenar.

Entonces nuevamente se lo preguntaba, era la pregunta que más rondaba su cabeza los últimos días, el pensamiento más frecuente.

¿Y si solo moría? ¿De verdad sería tan doloroso solo colgarse o tomar algún medicamento que lo ponga a dormir? ¿Sería más doloroso o sufriría más de lo que ya lo había hecho por veinte años de su vida?

Dudaba que vivir de verdad valiera la pena ¿Para qué? Sufrir unos cuantos años más para luego contar su historia al mundo, nunca lo haría, nunca le contaría a absolutamente nadie por todo lo que pasó, jamás se lo diría a nadie, se llevaría toda su mierda a la tumba.

No lo valía, no valía la pena, nadie merecía tener que escuchar a un pobre desdichado.


Moriría Por Ti ๑ HajeongwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora