Roto

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Vi a mi hijo correr por los jardines del palacio, sus pies casi no tocaban el suelo y sus cabellos se mecían por los aires, el sol iluminaba su piel, pero su sonrisa opacaba a la misma estrella luminosa, amaba su sonrisa, como su voz suave, dulce y alegre me llamaba, sin dudarlo abrí mis brazos para que se cobijara en ellos, cuando su cuerpo golpeó mi pecho, ya no tenía a mi bebé de tres años, si no que a un Type de 6, en su primer día de clases, sus cabellos ordenados le daban un aspecto demasiado solemne, sin embargo, su mirada me mostraba que estaba nervioso, con todo el amor que tenía mi corazón me arrodillé a su lado y besé sus mejillas diciéndole que todo estaría bien, cuando el me abrazó me encontré viendo como recibía su bautizo real a los 12 años, sus ojos brillaban y era cada vez mas parecido a Mew, su misma sonrisa, cabellos y rasgos, lo que era muestra clara, de que sería un rompecorazones cuando creciera, cuando me miró y le sonreí de vuelta, lo estaba mirando con 25 años, ya no quedaba mucho de la mirada traviesa que tenía cuando niño, ahora era un hombre fuerte, valiente y hermoso, que caminaba de mi brazo para unirse en una ceremonia a su pareja, quien lo esperaba en el altar de las almas gemelas, cuando lo entregué a su compañero sentí mi corazón saltar dentro de mi pecho y vi a mi pequeño cuando recién era un bebé, cuando se raspó por primera vez las rodillas, cuando cayó su primer diente y finalmente cuando lo vi volar por los aires como un hermoso dragón.

-Oh Santas estrellas, muchas gracias por permitirme verlo, dije sintiendo que cada espacio de mi cuerpo dolía, no había que ser un genio, para saber que estaba alucinando, la perdida de sangre el cansancio y el dolor, me habían hecho empezar a delirar, mi cuerpo se sentía frío y las tercianas me invadían, muestra clara de que tenía fiebre, sin abrir los ojos traté de enfocar mi energía y controlar su liberación, no sabía cuanto tiempo llevaba aquí, pero debía controlar mi corriente energética, ya que, sabía que después de esto no me quedaba más nada, así que debía parcializar todo con cuidado.

Cuando empecé a sentir el aroma de mi bebé cerca, entendí que no me quedaba mucho tiempo, estaba perdiendo el control de mi cuerpo y eso no era bueno, no saldría de aquí con vida y estaba bien con eso, sólo esperaba que Mild me hiciera caso y huyera con mi familia, habíamos dejado un plan de huida y asilo, así que sólo ganaría tiempo para que ellos lo lograran.

Las caricias de las manos que tanto amaba y que bien conocía me hicieron llorar, definitivamente me había deteriorado a tal punto que estaba sintiendo a Mew, con cansancio y dolor me dejé caer en la tranquilidad y paz que esas manos me entregaban, liberé la poca energía que me quedaba y abracé la sensación de estar entre los brazos del único hombre que había amado y que me había amado, de mi querido sol, mi amado Mew.

La oscuridad me atrapó y me abrumó con fuerza, era tranquilizador y a la vez inquietante, mi alma caminó hacia ese lugar que se sentía correcto y sin evitarlo me interné en la bruma, sabiendo que la muerte era lo que estaba experimentando, seguí caminando hasta donde mi corazón me llevaba.

De pronto la oscuridad se disolvió y un prado grande, verde y lleno de manantiales cristalinos explotó frente a mis ojos, recordaba este lugar de niño, mi padre me había llevado aquí cuando había cumplido los 12 años y había recibido mi bautizo real, con nostalgia caminé por el camino suave y verde, para sentarme a los pies del rio, que inundaba el entorno de ruidos majestuosos.

- ¿Te gusta este lugar?, dijo una voz grave y cálida a mi espalda, cuando me giré vi a un hombre anciano, de sonrisa ancha y ojos tiernos -No te esperaba, al menos no todavía.

-Es un hermoso lugar, dije mirando como muchos peces naranjos y celestes recorrían el manantial en pequeños cardúmenes de vivos y vibrantes colores - ¿He muerto?

- ¿Qué crees?, dijo sentándose a mi lado y lanzando migajas a los peces, que con rapidez se reunieron a comer.

-Creo que sí, vi a mi hijo en diversas etapas de su vida, dije contándole mi experiencia -Creo que en vez de ver mi pasado pasar frente a mí, vi el futuro de mi pequeño.

En el lugar menos pensadoWhere stories live. Discover now